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Castro apadrina el apretón de manos de Santos y 'Timochenko. :: afp
'Timochenko' deja Cuba tras cinco años de negociación para la paz en Colombia

'Timochenko' deja Cuba tras cinco años de negociación para la paz en Colombia

El conflicto entre las FARC y el Gobierno colombiano, originado en los años 60, ha dejado unos 300.000 muertos y millones de desplazados

MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO

Lunes, 29 de mayo 2017, 00:38

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Raúl Castro recibió a Rodrigo Londoño, más conocido como 'Timochenko', antes de su definitivo regreso a Colombia para avanzar en la implementación del proceso de paz que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno de Juan Manuel Santos lograron sacar adelante en La Habana tras cinco años de conversaciones, enfrentamientos y sobre todo mucha voluntad, para finalizar un conflicto originado en los años 60 y que ha dejado unos 300.000 muertos y millones de desplazados.

El presidente cubano «ratificó» su disposición de «continuar respaldando el proceso de paz colombiano» y apoyar su «implementación», según una nota oficial cubana del encuentro. El jefe máximo de las FARC fue más expresivo. «Feliz de volver a mi tierra con la satisfacción de un deber cumplido y la convicción de seguir trabajando por una nueva Colombia», escribió en Twitter el sábado al llegar a Cartagena de Indias para celebrar el 53º aniversario de la fundación de las FARC, festejo cuestionado por la posible presencia de rebeldes aún armados. Y agregó en la misma red social: «Siempre ha sido difícil la hora del adiós. Se quieren decir tantas cosas... Regreso a Colombia lleno de optimismo y con Cuba en mi corazón».

Apretón de manos forzado

La participación de Raúl Castro en la paz fue evidente y decisiva. Propició el 23 septiembre del 2015 el primer, y forzado, primer apretón de manos de Santos y 'Timochenko'. Cuba auspició el encuentro de la delegación de las FARC y del Ejercito de Liberación Nacional (ELN), la guerrilla maoísta que negocia su propio proceso de paz y escuchó de primera mano la experiencia de las FARC en la Mesa de Diálogo. El madatario comunista les recibió por separado el pasado 11 de marzo.

Los consejos son inestimables, porque las guerrillas del fallecido Manuel Marulanda necesitaron cinco años para alcanzar, con bastantes reticencias, el acuerdo de su desarme -debería concluir hoy pero varios de los jefes guerrilleros han advertido que no será posible- y su reconversión en partido político.

Algunas de las preocupaciones de los negociadores 'farianos' se cumplían cuando hace dos semanas el Congreso del país sudamericano daba al traste con leyes 'fast track' destinadas a legalizar el contenido de los seis puntos de los acuerdos: reforma agraria, drogas ilícitas, participación política, fin del conflicto y víctimas. El último, la implementación, está dando ahora más dolores de cabeza.

Falta de condiciones

La guerrilla ha denunciado la falta de condiciones en los campamentos donde unos 7.000 integrantes de las FARC se preparan para la reinserción en la sociedad, y la falta de garantías para no sucumbir a manos de paramilitares o por la posible cancelación de leyes que garanticen su supervivencia civil.

Santos insiste en que se cumplirá lo prometido. El gobernante aprovechó las facultades especiales otorgadas por el Congreso para firmar este fin de semana un paquete de decretos para agilizar la implementación del Acuerdo Final y además blindarlo. Entre otros, creó el Consejo Nacional de Paz, Reconciliación y Convivencia, cuyo objetivo es «el logro y mantenimiento de la paz y generar una cultura de reconciliación, tolerancia, convivencia y no estigmatización».

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