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Manifestantes en Río de Janeiro exigen la convocatoria de elecciones anticipadas. :: julio guimaraes / reuters
El Parlamento brasileño estudia un indulto para 'animar' a Temer a dimitir

El Parlamento brasileño estudia un indulto para 'animar' a Temer a dimitir

El plan incluye la elección de un presidente provisional hasta 2018 y sus beneficios alcanzarían a sus predecesores con causas pendientes

MARCELA VALENTE

Lunes, 29 de mayo 2017, 00:38

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Mientras los manifestantes se agolpaban ayer en Río de Janeiro para exigir la convocatoria a elecciones directas y anticipadas en Brasil, un puente de plata se construye en las sombras del Congreso para que el presidente Michel Temer, acusado de corrupción, pueda renunciar con la promesa de un indulto y sin riesgo de perder su aforamiento.

El beneficio, si se aprueba, alcanzaría a otros exmandatarios con asuntos pendientes en la Justicia como Luiz Inacio Lula da Silva, Dilma Rousseff o José Sarney. Según publicó el diario 'O Estado' de Sao Paulo, en el Congreso hay tratos para la amnistía y para garantizar que los expresidentes mantengan sus procesos en el Supremo Federal sin quedar tan expuestos a las 'garras 'del Ministerio Fiscal y del temible juez penal de Curitiba, Sergio Moro.

El acuerdo prevé, en primer lugar, la dimisión de Temer, investigado por obstrucción a la justicia, corrupción pasiva y por integrar una presunta organización criminal. Luego la elección indirecta de un sucesor a través del Congreso. Esa salida, prevista por la Constitución, tiene legalidad pero no legitimidad, ya que prescinde del voto popular.

Temer insiste en que no renuncia. Ayer, 'Folha de Sao Paulo' publicó una columna suya en la que que prometió «perseverar». «No me desviaré de entregar a mi sucesor, en 2019, un país en condiciones mucho mejores que el que yo recibí». Pero sus aliados y hasta miembros de su propio partido, siguen conspirando.

La elección indirecta permite que diputados y senadores en Asamblea designen a un presidente que complete el mandato de Temer -que era, a su vez, el de Dilma- hasta fines de 2018. Si bien tienen procesos por corrupción también, 'O Estado' menciona al presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, o al titular del Senado, Eunicio Oliveira.

Por vía indirecta

En cualquier caso, el que fuera designado presidente debería darle un indulto a Temer. El plan es totalmente ajeno a la indignación popular con la corrupción de la dirigencia política y resultaría en una guerra declarada del Congreso contra la Justicia y el Ministerio Público que desde hace al menos tres años están en una cruzada de limpieza. Temer se niega a dimitir desde que comenzó el escándalo hace diez días con la filtración de los audios de un empresario de la carne. Pero, además, podría ser destituido por el Tribunal Superior Electoral (TSE), que se reúne el 6 de junio para decidir si anula la victoria del 'ticket' que formaban Dilma y Temer en los comicios de 2014 por irregularidades con los gastos de campaña.

El fallo del TSE hubiera sido favorable a Temer en otro contexto. Pero ante su resistencia a dejar el puesto, casi nadie duda de que los jueces serán partidarios de cesarlo. Ahí es donde se desencadena el problema de la sucesión. El PT de Lula y Dilma quiere elecciones directas que le posibilitarían a Lula -favorito en los sondeos- asumir la presidencia por tercera vez. La mayoría de los brasileños se inclina por la votación popular. Cree que el Congreso, con innumerables diputados y senadores acusados de corrupción, no está en condiciones morales de designar a un presidente.

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