Secciones
Servicios
Destacamos
R. C.
Domingo, 28 de mayo 2017, 00:45
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Los asaltantes ordenaron a los cristianos que bajaran del autocar y entonces «les pidieron que renegaran de su fe cristiana uno a uno, pero todos se negaron». Así lo explicaron los supervivientes del brutal ataque perpetrado el pasado viernes en Egipto contra cristianos coptos. Después les dispararon fríamente a la cabeza y se dieron a la fuga.
El ministerio de Interior egipcio ha indicado que los atacantes, «armados y enmascarados», llegaron en tres camionetas y dispararon contra el vehículo, que se dirigía hacia el monasterio de San Samuel, en la provincia de Minia, a unos 200 kilómetros al sur de El Cairo.
El padre Rashed, que atendió a los heridos, narró cómo el viaje se convirtió brutalmente y rápidamente en un drama. En el convoy del que formaba parte el autobús atacado viajaban trabajadores contratados para unas obras y fieles con ganas de pasar el día en el monasterio, detalló. «Les hicieron bajar del autobús, les quitaron el carné de identidad, sus alianzas y el oro que llevaban. Les pidieron profesar la fe musulmana, antes de ejecutar a los que se negaron», relató Maher Twafik, llegado de El Cairo para apoyar a su familia. Su sobrina sobrevivió al ataque, pero no su marido y la hija de año y medio del matrimonio. «Les pusieron de rodillas. La mayoría recibió un balazo en la parte de atrás de la cabeza, en la boca o en la garganta», precisó el padre Rashed.
Misa de condolencias
La emoción era palpable ayer en la catedral de Mar Morcos, en la pequeña ciudad de Bani Mazar, en la provincia central de Minia. Las lágrimas y los desgarradores gritos de dolor entrecortaban la misa de condolencias organizada por la iglesia. Vestida con una larga chilaba negra y el cabello cubierto por un velo transparente también negro, Hanan Fuad dejó estallar su ira en el patio de la catedral. Esta mujer perdió a sus vecinos, una familia con seis miembros de tres generaciones. «Va a volver a pasar. No pasa un mes sin que maten a cristianos», protestaba. «¿Por qué los cristianos? porque dicen que somos una minoría, infieles», lamentaba.
Desde hace varios meses Egipto está en duelo por los atentados perpetrados por el EI contra la comunidad cristiana. A principios de abril, dos atentados suicidas contra sendas iglesias coptas dejaron 45 muertos en el norte de El Cairo. En un momento en el que el grupo islamista extremista se ha comprometido a multiplicar los atentados contra los coptos, los cristianos de Minia están preocupados. En esta provincia conservadora, donde esa minoría está particularmente arraigada, se viven grandes tensiones entre musulmanes y coptos. Los coptos representan cerca del 10% de los casi 92 millones de egipcios.
En 2013, después de que el ejército derrocara al presidente islamista Mohamed Morsi, varias iglesias de la provincia fueron incendiadas por manifestantes que acusaban a los cristianos de apoyar a los militares. «No es nuevo para nosotros ser el blanco del terrorismo. Pagamos el precio de nuestro apoyo al ejército y al Estado», aseguraba Mina al Masri, que viajó a su ciudad natal para asistir en los funerales de los padres de un amigo, muertos en el ataque. «Creo que habrá un baño de sangre para los cristianos», vaticinó.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Cómo llegó una valla de obra a lo alto del Acueducto?
El Norte de Castilla
Cuál es el origen de los apellidos modernos
BURGOSconecta
El cántabro que inventó la Vuelta
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.