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I. GURRUCHAGA
Viernes, 26 de mayo 2017, 00:42
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La reina Isabel II visitó ayer a cuatro chicas jóvenes, víctimas de la masacre del pasado lunes, que permanecen ingresadas en el hospital Royal Manchester. Sin la compañía de su marido, el duque de Edimburgo, que ha anunciado su retiro de las funciones oficiales en agosto, la visita fue breve para no trastornar la vida hospitalaria.
Fragmentos de conversaciones grabados por las cámaras, algo inusual en el caso de la realeza, mostraban algunas dificultades para comunicarse de una manera fluida, en gran parte porque los rostros de absoluto asombro de las adolescentes y de sus familiares por la presencia de la reina denotaban la turbación por el momento que puede coartar la charla.
Isabel II quizás intentó integrarse y utilizó una expresión para describir el atentado, 'very wicked', que puede traducirse como 'muy malvado'. Pero es también, simplemente como 'wicked', una expresión que en el argot juvenil adquiere el significado opuesto.
En las calles de Manchester y del resto de Reino Unido se guardó un minuto de silencio por las víctimas. Y en la plaza de Saint Anne, donde se han concentrado las ofrendas florales, la gente cantó una canción del grupo local con fama universal Oasis. El título de la canción es 'Don't look back in anger' (No mires hacia el pasado con rabia).
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