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Macron llegó, vio y triunfó en su estreno en Bruselas

A. LORENTE

Viernes, 26 de mayo 2017, 00:43

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bruselas. Si Donald Trump llegó, vio y reprochó a sus aliados lo poco que gastan en materia de defensa, Emmanuel Macron llegó, vio y triunfó. Literal. El recién elegido presidente francés fue la 'estrella' del 'superjueves' vivido en una Bruselas blindada a cal y canto por la presencia de los líderes más poderosos del mundo occidental. Y si triunfó fue porque fue el líder elegido por el presidente estadounidense para almorzar con él en la embajada de Estados Unidos. Luego, además, visitó la Comisión Europea para entrevistarse con su presidente, Jean-Claude Juncker, quien no oculta su predilección por el joven político liberal.

De hecho, ambos comparecieron ante los medios en la sede del Ejecutivo comunitario antes de que el francés partiese con su comitiva hacia las instalaciones de la OTAN, donde volvió a coincidir con Trump. «Es un honor para mí estar con el nuevo presidente de Francia, que ha llevado a cabo una campaña increíble y logrado una gran victoria», señaló el inquilino de la Casa Blanca ante los medios que cubrían el acto.

Poco más trascendió de un encuentro del que Macron tampoco quiso dar muchas explicaciones durante su posterior rueda de prensa con Juncker. «No me corresponde hacer comentarios psicológicos. He tenido delante de mí un interlocutor eficaz y pragmático que he encontrado muy abierto y con el que he tenido una discusión de trabajo franca y amistosa», señaló el francés. El luxemburgués, por su parte, dejó su huella al asegurar mientras abandonaba la sala que «espero que aún no haya tuiteado sobre mí».

Defensa de Europa

De lo que sí hablaron fue del estado de Europa y, sobre todo, de su futuro. «Se lo confirmo, señor presidente. Tendrá usted un aliado en todo lo que haga más fuerte a Europa, más inteligible para nuestros conciudadanos y en todo aquello que la haga más eficaz y más justa», recalcó Macron. Y, claro, con la que está cayendo, escuchar este tipo de declaraciones es música celestial para un Juncker que tiene que sudar tinta para relanzar la UE.

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