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Irritación en Londres con los servicios secretos de EEUU por las filtraciones sobre la masacre

May advirtió de que la relación «debe basarse en la confianza» y Trump promete castigo a los culpables

ÍÑIGO GURRUCHAGA

Viernes, 26 de mayo 2017, 00:43

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londres. La relación estrecha de los servicios de seguridad británicos y estadounidenses vivió ayer un episodio de tensión por la filtración a 'The New York Times' de imágenes de la mochila y el detonador utilizados por el terrorista suicida del Manchester Arena. El martes, medios americanos también publicaron el nombre del autor de la masacre antes de que lo hiciese la Policía inglesa. La asociación de jefes de las fuerzas de seguridad británicas (NPCC) emitió un comunicado en el que señalaba que «la quiebra de la confianza debilita nuestras investigaciones y la confianza de las víctimas, de los testigos y de sus familiares. El daño es aún mayor cuando se trata de la divulgación no autorizada de pruebas potenciales, en mitad de una investigación importante de contraterrorismo».

En el caso de la identidad de Salman Abedi, los servicios británicos de seguridad estaban ese mediodía del martes, cuando la televisión NBC ya daba el nombre en sus informativos, iniciando la identificación de posibles colaboradores. Las detenciones, ocho, y registros de domicilios se extendieron en Manchester, Wigan y Nuneaton hasta la tarde del miércoles. ¿Pudo la publicación del nombre precipitar la huida de esas personas? ¿Pudo obstaculizar el movimiento de los servicios de seguridad en las calles en las que se produjeron detenciones y registros? ¿Pudo aumentar el riesgo a la población? En todo caso, si sirven los precedentes, la Policía británica habría publicado el nombre ese mismo martes por la tarde.

Sofisticación infrecuente

El jefe de la Policía de Manchester, Ian Hopkins, se refirió ayer a la segunda filtración más que a la primera. Se trata de dos fotografías. Una es un fragmento de una mochila de una conocida marca que Abedi habría comprado el pasado viernes en un gran centro comercial de la zona peatonal de la ciudad. La otra es de una batería y del detonador de la bomba, de una sofisticación inusual.

El londinense 'The Times' ha reconstruido la explosión que mató a 22 personas y causó a otras 32 lesiones que aún necesitan tratamiento. Afirma que el creador de la bomba empaquetó la metralla con gran equilibrio para producir el mayor número posible de muertos en un círculo en torno al suicida. Y señala que el detonador tiene incrustado un circuito para hacer posible una explosión remota.

Hopkins se quejó ayer de que la revelación de este tipo de datos podría afectar a la investigación o al procedimiento judicial, y también de que causa un sufrimiento adicional a las víctimas, porque la batería en particular tiene algunas manchas de sangre. Pero afirmó también que en los registros han hallado «objetos muy importantes» y que las detenciones son «significativas».

La primera ministra, Theresa May, llegó al edificio de la OTAN, donde se celebraba una cumbre con asistencia de Donald Trump, y dijo: «Tenemos una fuerte relación con Estados Unidos, nuestro aliado más próximo, y se funda por supuesto en la confianza. Parte de ella es que la información compartida por agencias de seguridad esté segura».

El presidente de Estados Unidos condenó enérgicamente el atentado en la cumbre de la Alianza Atlántica y también la filtración. La calificó de «profundamente preocupante» y dijo que el culpable «debe ser procesado, si es apropiado, con todos los recursos de la ley». «Las filtraciones de información delicada son una grave amenaza a nuestra seguridad nacional», concluyó.

No es la primera vez que una política más abierta de divulgación de datos entre las agencias de Estados Unidos crispa a los británicos. A los americanos les suele irritar la parsimonia de sus colegas en observar y observar a sospechosos para conocer la extensión de la red y aplazar la intervención. Pero la alianza de seguridad entre Londres y Washington no se romperá por esto.

Las cuestiones más agudas sobre la masacre de Manchester a medida que se conocen más datos son otras. ¿Quién fabricó la sofisticada bomba? ¿Puede excusarse el servicio de seguridad, MI5, en la gran cantidad de sospechosos, como hizo ayer, para no haber prestado más atención a Abedi? ¿Cómo pudo viajar alguien fichado y denunciado por sus vecinos desde Estambul a Dusseldorf y a Inglaterra sin activar alguna vigilancia?

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