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Los talibanes eligieron masacrar una base con tropas internacionales

Los insurgentes tuvieron apoyo desde dentro para asestar uno de sus mayores golpes al Ejército de Afganistán

MIKEL AYESTARAN CORRESPONSAL

Domingo, 23 de abril 2017, 00:13

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Una semana después de que Estados Unidos lanzara la 'madre de todas las bombas' contra el Estado Islámico (EI) en Afganistán, los talibanes asestaron uno de los mayores golpes de los últimos años al Ejército Nacional Afgano. «Más de cien soldados muertos y heridos», según el portavoz del Ministerio de Defensa, Dawlat Waziri, hasta 140 según fuentes consultadas por Reuters, fue el resultado de una operación de un comando contra la base del 209º cuerpo del Ejército, la más importante del norte del país, a las afueras de Mazar-e-Sharif. El presidente, Ashraf Gani, visitó el cuartel y condenó el «cobarde ataque» al producirse cuando los soldados se encontraban en «el rezo del viernes».

El atentado, que se prolongó durante seis horas, comenzó poco después del mediodía, cuando los soldados salían de la mezquita tras las oraciones del día santo de los musulmanes. Diez insurgentes vestidos de militares y al volante de vehículos del Ejército lograron superar los tres puestos de control y ya en el interior abrieron fuego con ametralladoras y lanzacohetes. La mayoría de soldados estaban desarmados y el factor sorpresa fue clave en una operación que el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, reivindicó de manera inmediata. Mujahid aseguró que cuatro de los miembros del comando eran talibanes infiltrados en el Ejército, por lo que conocían la base y disponían de «toda la información». Después de seis horas de combate, ocho talibanes fueron abatidos y otros dos se inmolaron activando los cinturones explosivos adheridos a su cuerpo.

La insurgencia apunta alto

Labase atacada la abrieron los estadounidenses en 2006 con el nombre de Camp Mike Spann y en 2014 pasó a manos afganas. Cada año, los talibanes reactivan sus ataques al comienzo de la primavera y esta vez apuntaron alto, contra un cuartel en el que hay presencia de fuerzas extranjeras dedicadas al entrenamiento de soldados afganos. EE UU mantiene a unos 8.400 hombres en el país dedicados a la preparación de los militares locales y a tareas antiterroristas. Los talibanes exigen la retirada de todas las fuerzas foráneas antes de sentarse a dialogar con las autoridades de Kabul.

El general estadounidense John Nicholson declaró que «este ataque muestra la naturaleza bárbara de los talibanes» y se reafirmó en el compromiso de seguir trabajando en la preparación de las fuerzas locales. Mientras los afganos enterraban a las víctimas, el mando central de EE UU en Kabul informó de la muerte del comandante talibán Qari Tayib en un ataque aéreo el lunes y señaló a Tayib como «gobernador en la sombra» en la provincia de Takhar, en el norte.

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