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MILAGROS L. DE GUEREÑO CORRESPONSAL
Sábado, 4 de marzo 2017, 00:42
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Evo Morales está en La Habana para tratarse una persistente afección de garganta que no lograron controlar médicos de La Paz y Cochabamba. El presidente de Bolivia llegó el miércoles y permanecerá en la isla unos cinco días para someterse a la evaluación del problema que le aqueja hace «bastante tiempo». El vicepresidente y ahora también presidente interino, Álvaro García Linera, aseguraba ayer que la salud de Morales está controlada. «Es un virus tratable y en los próximos días será controlado. El informe médico es tranquilizante porque no hay órganos comprometidos».
Sin embargo, el viaje urgente para el chequeo médico recuerda al realizado por el venezolano Hugo Chávez, de cuyo fallecimiento, después de una batalla de casi dos años contra el cáncer, se cumplirán mañana cautro años. Quizá por ello, la presencia de Evo Morales en La Habana ha desatado un revuelo en medios y redes sociales.
García Linera insistió en que «los informes médicos son positivos y las dolencias son controlables y tratables de manera rápida, y lo vamos a tener de regreso, sano y con la misma vitalidad». Pero aprovechó para tildar de «bobos» a «algunos analistas políticos y periodistas poco serios se encargaron de esparcir rumores que no hacen bien al país».
Agregó que él y los ministros convencieron a Evo de que «se sometiera a una revisión médica exhaustiva» en Cuba porque «se estaba agravando su cuadro con dolores en la parte derecha del abdomen». Según publicó el diario 'El Deber', los síntomas del mandatario boliviano preocuparon a su entorno y decidieron el viaje de urgencia a La Habana porque se complicaron con una sinusitis y un dolor en la parte derecha del abdomen que le impedía dormir y cumplir con su agenda.
Reelección
El ministro de la Presidencia, René Martínez, indicó en conferencia de prensa que el mandatario aymara, de 57 años, pidió a sus compatriotas «comprensión por su ausencia» en los actos públicos de estos días, y agregó que Morales se reincorporará pronto a sus actividades normales. El vicepresidente reiteró que «no hay de qué alarmarse. Todo el malestar es producto de un virus que será tratado con los medicamentos que corresponden».
García Linera destacó la «fortaleza extraordinaria» del gobernante y garantizó que volverá en plena forma. También decían eso de Chávez en los primeros meses de su enfermedad, tratada en Cuba. Rumores e incertidumbres son lo que menos necesita ahora Morales, inmerso en campaña para intentar acomodar las leyes para su cuarta reelección.
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