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Flores e imágenes de algunos fallecidos. :: reuters
Así cambió la relación entre Turquía y el Daesh

Así cambió la relación entre Turquía y el Daesh

El Gobierno de Ankara ha fluctuado entre su apoyo velado y su guerra contra los yihadistas

ÓSCAR B. DE OTÁLORA

Martes, 3 de enero 2017, 00:47

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El atentado de la pasada Nochevieja en Estambul ya no deja lugar a dudas de que el Estado Islámico (EI o Daesh) se ha propuesto desestabilizar Turquía y convertir uno de los principales actores de la región en un nuevo foco de problemas para la zona. Pero no siempre fue así. Durante años, los yihadistas ha mantenido una compleja relación con el país dirigido por Erdogan, al que han dejado fuera de sus ataques para centrarse en Siria e Irak, hasta que el Gobierno de Ankara giró su política.

Septiembre de 2014. El Gobierno de Erdogan se niega a participar en una coalición contra el Estado Islámico, como le solicitaba el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. En esa fecha, la guerrilla kurda había conquistado la ciudad siria de Kobane y desde ella anunció la creación de una zona autónoma kurda. El Gobierno sirio, debilitado por la rebelión que amenazaba a sus principales ciudades, no intervino en el área pero el Estado Islámico, obsesionado por ampliar su califato, sí se enfrento a los kurdos en Kobane.

Mayo de 2015. La Policía turca localiza en la frontera entre Siria y Turquía un convoy de armas destinadas a los yihadistas. La munición procedía de los arsenales de los servicios secretos de Ankara. El vídeo de la intervención fue publicado por el periódico turco Cumhuriyet, un medio de izquierdas cuyo director Can Dundar, está procesado en su país por revelar secretos de Estado.

Junio de 2015. En Kobane, donde los kurdos estaban a punto de vencer a los miembros del Estado Islámico, se produce una cadena de atentados suicidas en las que fallecen más de 200 personas. Pese a todo, las milicias consiguen expulsar a los seguidores del califato.

Agosto de 2015. El Daesh realiza su primera declaración pública contra el líder del Gobierno turco. «Erdogan es Satán», afirman los yihadistas. Esta frase se produce después de que el Ejecutivo de Ankara cediese a las presiones de Obama y permitiese a Estados Unidos que las bases conjuntas en suelo turco sirvieran para bombardear a los yihadistas.

Octubre de 2015. El Estado Islámico comete el mayor atentado de la historia de Turquía con el asesinato de 103 militantes kurdos que participaban en una manifestación en la capital. Los islamistas demuestran que están dispuestos a llevar el horror al centro del país, pero su objetivo siguen siendo los kurdos.

Diciembre de 2015. Rusia acusa a la familia Erdogan de haberse lucrado con la compra de petróleo de contrabando a los miembros del Estado Islámico. «Turquía saquea a sus vecinos y financia el terrorismo», denuncia el viceministro de defensa ruso Anatoli Antonov. Esta imputación se produjo días después de que los turcos hubieran derribado un caza ruso que participaba en las operaciones contra el Daesh en la frontera siria-turca.

Junio de 2016. El EI asesina a 47 personas en un atentado suicida en el aeropuerto de Estambul. Este es el primer ataque en suelo turco en el que el EI actúa de forma idéntica a su forma de proceder en Europa. Turquía ya es tan enemigo como Francia. En los días previos, el propio Erdogan había pedido disculpas a Rusia por el derribo del avión un año antes.

Agosto de 2016. Turquía declara la guerra al Estado Islámico. El ministro de exteriores turco asegura que la frontera turco-siria «será limpiada de miembros del Estado Islámico», lo que implica clausurar el principal camino por el que llegaba la ayuda al califato. Rusia y Turquía comienzan a actuar de forma conjunta contra los yihadistas.

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