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Obama, junto a Tsipras, ofrecieron una rueda de prensa conjunta en la Mansión Maximos de Atenas. :: Orestis Panagiotou / efe
Obama tranquiliza a los aliados europeos

Obama tranquiliza a los aliados europeos

Alerta del aumento de «un nacionalismo vulgar», pero asegura que la victoria de Trump no alterará la relación de EE UU con el Viejo Continente

DARÍO MENOR

Miércoles, 16 de noviembre 2016, 01:02

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Barack Obama dio inicio ayer en Grecia a una gira por Europa destinada a tranquilizar a sus aliados tras la victoria electoral de Donald Trump. A dos meses de abandonar la Casa Blanca, el todavía presidente estadounidense lanzó desde Atenas un recado al Viejo Continente. «Pensamos que una Europa fuerte, próspera y unida no es solamente positiva para los pueblos de Europa, lo es también para el mundo y para Estados Unidos», comentó en alusión a las declaraciones de Trump durante la campaña en las que restaba importancia a los vínculos transatlánticos. Era un anticipo de lo que tratará hoy en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, y con los líderes de Francia, Reino Unido e Italia: François Hollande, Theresa May y Matteo Renzi, respectivamente.

Tras reunirse con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el presidente , Prokopis Pavlopoulos, Obama anunció que invitará a los líderes europeos a que pongan en marcha políticas que impulsen el crecimiento y brinden oportunidades a los jóvenes como fórmula para combatir el auge de un «nacionalismo burdo o de identidad étnica o de tribalismo que se construye alrededor de un 'nosotros' y un 'ellos'». Obama defendió asimismo que la alianza de la OTAN era «completamente vital» para los intereses de Estados Unidos y Europa». En Atenas mostró su sintonía con Tsipras, aunque tal vez sea demasiado tarde para que esa relación sirva para aliviar la angustiosa situación que sufre Grecia.

El Gobierno heleno blindó el centro de Atenas para impedir que cientos de manifestantes anti-Obama llegaran a la plaza Syntagma, lo que no impidió que hubiera enfrentamientos entre policías y jóvenes en otras zonas de la ciudad.

Alivio de la deuda

El primer ministro dedicó los máximos honores a su huésped Como contrapartida, Obama dijo en Grecia lo que Tsipras quería escuchar: «Es necesario el alivio de la deuda para contribuir a reanudar el crecimiento, la austeridad por si sola no genera prosperidad». En otras circunstancias esas palabras hubieran sido un respaldo de gran valor para Atenas en su pugna con los acreedores internacionales, a quienes pide, con escaso éxito hasta el momento, la cancelación de una parte de la deuda para poder dedicar así algunos recursos a políticas que estimulen el crecimiento. Sin embargo, la sorprendente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de la pasada semana hace que las declaraciones de Obama valgan poco más que una opinión personal.

El todavía inquilino de la Casa Blanca se prodigó en cualquier caso en lanzar guiños al Gobierno de Atenas. Aplaudió los «progresos» logrados durante los últimos años de crisis, lo que puede leerse como un respaldo al Ejecutivo de Tsipras, cuyas previsiones para 2017 prevén un crecimiento del PIB del 2,7%. «Las reformas no han sido fáciles, pero son necesarias para hacer Grecia más competitiva. Seguiremos codo con codo con el pueblo heleno», prometió.

Respaldo político

Tsipras aprovechó que tenía junto a él al que durante un par de meses aún seguirá siendo el hombre más poderoso del mundo para tratar de conseguir una dosis de capital político. Buena falta le hace tanto en sus negociaciones con los acreedores como a nivel local, pues su Gobierno sólo cuenta con una exigua mayoría de tres escaños en el Parlamento. «A pesar de todas dificultades, logramos mantenernos en pie defendiendo la libertad, la democracia y los derechos humanos. Espero que muy pronto el trabajo duro y los sacrificios del pueblo obtengan una respuesta positiva en las negociaciones sobre la crisis de la deuda», dijo.

También celebró Obama el comportamiento de Grecia en la crisis de los refugiados. Tras el cierre de la ruta balcánica a principios de año, alrededor de 60.000 migrantes y desplazados han quedado atrapados en el país. Pese a sus estrecheces económicas, Atenas está tratando de integrar a estas personas, llegadas en su mayoría de Siria, Irak y otras naciones en conflicto, y ha puesto en marcha un plan para escolarizar a los niños y jóvenes a la espera de que sean reubicados en otras naciones de la Unión Europea.

Barack Obama ofreció a Grecia «el reconocimiento del mundo entero por su compasión humanitaria y la manera en que gestiona la crisis de los refugiados». «Es importante que no dejemos que un solo país lleve todo el peso de una catástrofe humanitaria de estas dimensiones», indicó después de confesar lo importante que era para él que su último viaje comenzara por la «cuna de la democracia».

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