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El Ejército turco sigue enviando tanques a la ciudad turcosiria de Yarablús, situada en suelo sirio y liberada hace dos días. :: BULENT KILIC / afp
Los kurdos se retiran de Manbij para preparar el asalto a la capital del califato

Los kurdos se retiran de Manbij para preparar el asalto a la capital del califato

EE UU amenazó con retirarles la ayuda militar si no retrasaban sus posiciones al este del Éufrates, tal y como exigía Turquía

MIKEL AYESTARAN

Viernes, 26 de agosto 2016, 00:01

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En la guerra de Siria las potencias extranjeras marcan la agenda y el ritmo del conflicto. La operación 'Escudo del Éufrates' lanzada por Turquía el miércoles ha logrado acabar con la presencia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la frontera, pero sobre todo ha conseguido alejar a unos kurdos que finalmente hicieron caso de la advertencia del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, que amenazó con retirarles la ayuda militar si no retrasaban sus posiciones al este del Éufrates tal y como exigía Turquía.

La coalición liderada por EE UU confirmó este repliegue de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza kurdoárabe liderada por las Unidades de Protección popular (YPG), con el objetivo de «prepararse para liberar la ciudad de Raqqa, capital del califato en Siria», según el portavoz de la coalición internacional. El secretario de Estado, John Kerry, llamó a su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, para confirmarle que la retirada estaba en marcha y que se cumplía la palabra que Washington había dado a su Gobierno.

Pese a las primeras declaraciones de dirigentes kurdos, contrarias a ceder el terreno conquistado al califato y a plegarse a las exigencias de Turquía, las propias YPG hicieron también un comunicado a primera hora de la tarde para informar de la «cesión de todas nuestras posiciones en Manbij» al Consejo Militar local. Una decisión complicada para unos kurdos que perdieron muchos hombres en la liberación de esta ciudad de mayoría árabe, cuyo control les permitiría establecer un corredor para unir los tres cantones que forman el Kurdistán sirio o Rojava, como le llaman los kurdos.

Zona segura

«Sea Estado Islámico o las YPG, son organizaciones terroristas», dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para quien «que una organización terrorista combata a otra organización terrorista no la hace inocente», en alusión a las YPG, que son el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el mejor aliado de EE UU en la lucha contra el EI. Después de cinco años de enfrentamiento abierto contra Bashar el-Asad, Erdogan recula ante la amenaza que representa un Kurdistán sirio en manos del PKK.

Por segundo día, tanques y blindados atravesaron la frontera para dar cobertura a las unidades del Ejército Sirio Libre (ESL) con las que cuentan los turcos para mantener la zona asegurada y libre de la amenaza del EI. La cuestión es cuánto tiempo podrán resistir estos milicianos sirios el día en el que Turquía retire sus fuerzas.

Ankara ha retomado en las últimas semanas sus relaciones con Rusia y con Irán, que son los dos grandes aliados de El-Asad, y a raíz de este cambio han llegado los primeros bombardeos del Ejército sirio en ciudades kurdas como Hasake. El primer ministro turco, Binali Yildirim, subrayó que «no habrá un corredor kurdo. No habrá una entidad separada en la frontera turca. Habrá una Siria unida». Para ello, por primera vez desde el inicio de la guerra, los turcos estarían dispuestos a aceptar a El-Asad como parte de la solución y ya no exigirían su cabeza a cualquier precio e incluso le aceptarían en una fase de transición.

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