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Dilma Roussef une fuerzas con Lula y allana el camino para incorporarlo a su Gobierno

COLPISA / AFP

Jueves, 24 de marzo 2016, 00:23

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río de janeiro. Dilma Rousseff y Luiz Inacio Lula da Silva unieron ayer sus fuerzas y lograron pequeñas victorias tanto en su batalla para evitar una moción de censura de la presidenta de Brasil como en la de desbloquear el ingreso de su predecesor al Gobierno.

El jefe del gabinete personal de Lula, Jacques Wagner, explicó el miércoles que este conflicto se da en tres frentes: «en el Parlamento, en el campo judicial y en la calle». Este último se libra frente a una opinión pública saturada de escándalos, golpeada por la recesión y que en la actualidad sufre el mayor índice de desempleo (8,2%) desde 2009.

Rousseff, de 68 años, y el Partido de los Trabajadores (PT) denuncian la moción de censura que impulsa la oposición en el Congreso por un presunto maquillaje de las cuentas públicas, como una tentativa de «golpe de Estado». Para frenarla, la gobernante debe conseguir el apoyo de al menos 172 diputados (más de un tercio), de los 513 de la Cámara. Un objetivo que muchos legisladores de la coalición oficialista ven cada vez más difícil.

En caso de no lograrlo, el segundo mandato de Rousseff (2014-2018) solo podría salvarse si más de la mitad del Senado rechazase esta moción de censura de la presidenta. Para ello, es indispensable cortejar al partido centrista PMDB, la mayor fuerza parlamentaria, que el próximo martes 29 debe decidir si permanece en la coalición de gobierno mientras sufre una fuerte presión interna en favor de la ruptura.

A ese partido pertenece el presidente del Senado, Renan Calheiros, con quien Lula se reunió el martes. También el vicepresidente Michel Temer, heredero virtual de la presidencia en caso de que prosperase la moción de censura, quien se reunió con Aecio Neves, el jefe de la oposición socialdemócrata derrotado por Rousseff en 2014. «Estamos muy interesados en la permanencia del PMDB en el gobierno», dijo Rousseff, que cuenta en su gabinete con varios ministros «pemedebistas».

La presidenta y Lula, además, pudieron celebrar la decisión de un juez del Supremo Tribunal Federal (STF), que ordenó al juez de primera instancia Sergio Moro la entrega de las conversaciones intervenidas que el expresidente mantuvo con su sucesora. Moro divulgó una conversación entre ellos que motivó el bloqueo del nombramiento de Lula como jefe de gabinete porque daba a entender, según juristas y opositores, que se trataba de una mera maniobra para aforar a Lula.

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