El coste alemán de la guerra contra el yihadismo

La misión militar se encuentra detallada en un documento de 16 páginas elaborado por los titulares alemanes de Exteriores y Defensa, Frank-Walter Steinmeier y Ursula von der Leyen, que será presentado hoy al Consejo de ministros y que ayer filtraron varios medios de comunicación germanos citando la cifra de soldados y el presupuesto calculado.

Esos papeles establecen que la misión del Bundeswehr, el Ejército federal, será apoyar militarmente a Francia, Irak y la coalición internacional liderada por Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico «sobre la base del derecho colectivo a la autodefensa según el artículo 51 de las Carta de las Naciones Unidas».

Para dar una mayor base legal a la intervención directa de Alemania en el conflicto, Berlín se remite también a la resolución 2249 y otros dos acuerdos anteriores del Consejo de Seguridad de la ONU en los que se reitera que «de la organización terrorista Estado Islámico parte una amenaza para la paz mundial y la seguridad internacional».

Como Francia invocó tras los atentados la cláusula de defensa común de la Unión Europea, la misión del Ejército germano se llevará a cabo dentro del marco de un «sistema de seguridad colectiva», supuesto que contempla la Constitución alemana. El mandato deberá ser aprobado próximamente por el Bundestag -con seguridad antes de Navidad- para que la misión comience al iniciarse 2016. Un simple trámite ante la abrumadora mayoría de más del 70% de escaños de los partidos de la coalición gubernamental, cristianodemócratas, socialcristianos bávaros y socialdemócratas.

El jefe del Estado Mayor alemán, el general Volker Wieker, ya había revelado a la prensa el fin de semana que serían necesarios unos 1.200 soldados para cumplir con la misión, en la que se contempla el envío de un fragata para sumarse a la escolta del portaviones galo Charles de Gaulle y hasta seis cazabombarderos del tipo Tornado para llevar a cabo labores de reconocimiento y determinación de blancos enemigos, así como un avión cisterna Airbus A-310 para abastecer aparatos de la coalición en el aire. Wieker subrayó que los militares germanos se encuentran preparados para cumplir con la misión y que ésta puede comenzar en el momento en el que los políticos den su aprobación.

El borrador del mandato elaborado por Steinmeier y Von der Leyen no indica quién dirigirá y coordinará la intervención de las fuerzas alemanas en Oriente Medio y deja igualmente abierto si habrá algún tipo de colaboración con los militares rusos que operan en la zona.

Sin colaborar con Damasco

Moscú no se ha sumado a la alianza internacional que lidera Estados Unidos, aunque Francia ha anunciado que desea una actuación coordinada con los militares rusos que combaten en Siria y apoyan al régimen de Bashar el-Asad, denostado por Occidente. Un portavoz del Gobierno de Berlín dejó sin embargo claro ayer que no habrá ningún tipo de cooperación de las fuerzas alemanas con las autoridades de Damasco. El mandato contempla además inesperadamente la posible ampliación de la zona de actuación de las fuerzas alemanas. Junto al Mediterráneo oriental, se establece que podrán operar «en el Golfo Pérsico, el Mar Rojo y zonas marítimas limítrofes». Los expertos militares consideran que este punto se refiere sobre todo a la maniobrabilidad de la fragata alemana, supeditada a los movimientos del portaviones francés.

El jefe del Estado Mayor alemán comentó que los cuatro y hasta seis aviones de reconocimiento germanos del tipo Tornado podrían permenecer estacionados en dos emplazamientos diferentes y que Alemania mantiene actualmente «conversaciones con Turquía y Jordania acerca de las bases aéreas en Incirlik y Amman». Wieker subrayó que los aviones alemanes no se sumarán a los bombardeos contra el Estado Islámico, toda vez que la coalición cuenta con suficientes aparatos para esas operaciones. «Militarmente tiene sentido lo que realmente es necesario y en este caso se trata de nuestra capacidad de reconocimiento», dijo el general, en referencia a los modernos dispositivos tecnológicos que llevan a bordo los Tornados alemanes para localizar, identificar y apuntar blancos enemigos.

fue el año en el que se desplegó la misión de misiles Patriot en Turquía para prevenir ataques balísticos desde territorio sirio.

militares y una batería de Patriot, la única activa ahora en la zona, tiene España en la localidad turca de Adana. El Gobierno de Madrid está dispuesto a mantenerla un año más «si la OTAN lo pide» y si los aliados aceptar sustituir las dos que EE UU y Alemania retirarán en enero.