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El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, a su llegada a la reunión semanal del gabinete. :: afp
Israel aparta a los países europeos del inexistente proceso de paz

Israel aparta a los países europeos del inexistente proceso de paz

Netanyahu teme que la decisión de Bruselas de exigir el etiquetado de productos de las colonias aliente la campaña de resistencia

E. F.

Lunes, 30 de noviembre 2015, 00:45

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Israel cumplió su amenaza y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ordenó la suspensión de toda la actividad diplomática con la Unión Europea (UE) en lo referente al proceso de paz con los palestinos. Esta es la respuesta de las autoridades israelíes a la reciente decisión de Bruselas de comenzar a exigir el etiquetado de aquellos productos originarios de los asentamientos ilegales que se comercializan en el mercado europeo.

Ambas medidas apenas tendrán efectos sobre el terreno porque el proceso de paz está muerto por la negativa de los israelíes a detener la expansión de colonias y el etiquetado de productos afecta a «menos de 1%» del total de intercambios comerciales entre la UE e Israel, es decir, 154 millones de euros en el 2014, según datos de la Comisión. Fuentes diplomáticas europeas consultadas en Tierra Santa destacaron que la decisión anunciada por Netanyahu no tendrá efecto alguno «porque ahora mismo no hay proceso de paz y con las políticas del actual Gobierno israelí no hay ningún proceso posible a la vista».

Israel teme que la decisión del etiquetado exigido por la UE aliente la campaña internacional BDS (siglas de boicot, desinversión y sanciones), última forma de resistencia pacífica puesta en marcha por distintos colectivos para hacer frente a la ocupación. Aunque la directriz llevaba años sobre la mesa, los Veintiocho no habían sido capaces de consensuarla hasta ahora para enfado de unos israelíes que no respetan la legislación internacional y mantienen los planes de expansión de sus colonias más allá de la línea verde de 1967, una política que Estados Unidos y la UE consideran que «no ayuda a avanzar en la causa de la paz», según declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama.

Además de apartar a la UE de un hipotético proceso de paz -aunque desde Exteriores matizaron que Israel seguirá cooperando con países europeos individualmente, pero no con la UE como tal- Netanyahu anunció su decisión de reactivar la polémica Ley de Nacionalidad Judía, que eleva el carácter judío del país por encima del democrático y no garantiza textualmente la igualdad de todos los israelíes ante la ley. La oposición critica que «es un proyecto radical que lleva al país a la teocracia» y «convertirá en ciudadanos de segunda a las minorías», según los argumentos de los laboristas. Esta ley fue el desencadenante hace un año de la ruptura del anterior Gobierno de Netanyahu y el primer ministro ya anunció que la sacaría adelante «sí o sí», algo que planea hacer con su nueva coalición ultraconservadora.

Israel endurece su discurso ante Europa y ante sus minoría árabe en plena oleada de violencia. Las medidas de fuerza adoptadas por el Gobierno no han sofocado las protestas y ataques palestinos, el último se produjo en la Ciudad Vieja de Jerusalén y acabó con el agresor palestino abatido y un agente de seguridad israelí herido por arma blanca.

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