Borrar

El Gobierno británico recula y retira el polémico recorte del gasto público

IÑIGO GURRUCHAGA CORRESPONSAL

Jueves, 26 de noviembre 2015, 00:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

londres. La diplomacia siria y europea debía ser culpable de que David Cameron cabecease de sueño en su escaño mientras George Osborne perpetraba una pirueta memorable. ¿Qué hacía usted cuando el ministro de la austeridad, que decía que sería inmoral no recortar drásticamente el gasto público, detuvo los recortes y cometió lo que condenaba? Ocurrió ayer, en la semana en que se cumplen 25 años del derribo de Margaret Thatcher, que tiene entre sus admiradores la reputación de no haber retrocedido nunca. Cameron y Osborne han conmemorado su defenestración con quiebros domésticos, mientras buscan en Bruselas un apaño para el referéndum europeo y en el Parlamento un voto que les permita sumarse a la guerra siria. Tras ganar las elecciones con una promesa de drásticos recortes que no se especificaban, Osborne desveló en julio, poco después de ganar las elecciones, que los subsidios a los empleados con salarios bajos sufrirían el grueso del recorte en la Seguridad Social. Más de tres millones de personas perderían al menos 1.400 euros anuales.

Ayer, el ministro eliminó esos recortes enteramente. El Gobierno ha retrocedido porque el malestar era profundo en numerosas circunscripciones, y porque cree, cuatro meses después, que aumentarán los ingresos fiscales como para seguir aspirando al superávit en 2020. Al cambio de dirección sobre la economía hay que añadir el de defensa. Esta semana también, el primer ministro y su responsable de Defensa, Michael Fallon, han modificado cinco años después decisiones basadas en la Revisión Estratégica de la Defensa de 2010. Los aviones Nimrod que rescataban a marinos españoles en aguas británicas fueron decomisados. Pero hay que comprar ahora unos Boeing P8 porque submarinos rusos visitan subrepticiamente las costas británicas.

En 2010 se prometían dos nuevos portaviones, pero aviones sólo para uno. Una guerra entre Estados parecía inviable. Ahora se hace un pedido acelerado a Lockheed-Martin de 24 aviones F-35, parte de una orden de 138. Habrá también mejor equipamiento para las fuerzas especiales, 1.900 empleados más en Inteligencia. Y los cuatro submarinos nucleares, cuyo coste se ha ido de 36.000 millones de euros a 44.000, con otros 14.000 guardados por si acaso.

Hace 25 años, Margaret Thatcher caía derribada por su propio partido, durante la Primera Guerra del Golfo, en medio de una confusión de vanidades, miedos electorales y disputas europeas. Este Gobierno es estable pero ha comenzado mal su mandato, ante una oposición muy débil.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios