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Una familia de emigrantes descansa tras llegar a Hungría por la frontera serbia. :: CSABA SEGESVARI / afp
Hungría aprueba levantar una valla en  la frontera con Serbia

Hungría aprueba levantar una valla en la frontera con Serbia

El Parlamento da luz verde a la propuesta del Gobierno, cuyo objetivo es frenar la llegada de inmigrantes procedentes de Siria y África

PACO SOTO

Miércoles, 8 de julio 2015, 00:25

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varsovia. El Parlamento húngaro aprobó la ley que permitirá al Gobierno conservador del populista Viktor Orban endurecer las normas de asilo político y humanitario, así como la construcción de una valla en la frontera con Serbia que impida la entrada en el Estado centroeuropeo de inmigrantes procedentes de países en conflicto como Siria. La nueva ley aprobada por la Cámara baja húngara facilitará la detención de inmigrantes en campos temporales, hará más sencillo y rápido el proceso de revisión de las solicitudes de asilo y limitará considerablemente la posibilidad de recurrir las decisiones contrarias a los refugiados.

Este nuevo marco legal tan restrictivo, que ha sido duramente criticado por el Consejo de Europa, la ONU y colectivos defensores de los derechos humanos, es defendido por el Gobierno de Orban como una necesidad para frenar la inmigración en Hungría, aunque este antiguo Estado comunista que ingresó en la Unión Europea (UE) en 2004 sólo sea un territorio de paso hacia países más prósperos y acogedores del Viejo Continente como los nórdicos y Alemania. Orban considera que su país no tiene capacidad económica y técnica suficiente para acoger a muchos inmigrantes, aunque sea temporalmente, una posición que coincide bastante con las ideas xenófobas que defienden el poderoso partido de extrema derecha Jobbik y los sectores más conservadores de la sociedad magiar.

El Consejo de Europa y la ONU sostienen que la legislación húngara es discriminatoria con los inmigrantes que buscan un futuro mejor en Europa y advierten que los solicitantes de asilo tienen que tener un mínimo de garantías legales y seguridad en Hungría. Orban acusa incluso a Bruselas de llevar a cabo políticas erróneas en materia de inmigración que atraen hacia Europa a muchos ciudadanos africanos y de otros espacios geográficos. Por su parte, el Gobierno de Belgrado expresó su descontento por la construcción de la valla húngara y recordó que Serbia no es responsable del fenómeno de la inmigración y es únicamente un país de paso para personas que huyen del infierno sirio y de otros territorios en conflicto.

La valla que pretende construir Budapest tendrá una longitud de 175 kilómetros y una altura de cuatro metros y se levantará a lo largo de la frontera con Serbia, por la que llegan la mayoría de los inmigrantes indocumentados. Hungría, que tiene unos 10 millones de habitantes, pertenece al espacio Schengen de libre circulación de la UE y es un destino de paso atractivo para miles de personas procedentes del continente africano y de Oriente Próximo.

La construcción de la valla comenzará en unas semanas, según anunció el propio Orban. «Levantaremos esta valla como medida temporal con la esperanza de que Europa encuentre una solución definitiva a este problema», declaró un ministro del Gobierno húngaro.

Orban, que lleva a cabo una política de marcado perfil autoritario y de acercamiento a Rusia que preocupa profundamente a Bruselas, hace todo lo posible por frenar el creciente apoyo de la población a los ultras de Jobbik a través de medidas populistas y nacionalistas como la nueva ley sobre inmigración.

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