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La sede en Viena donde negocia el grupo 5+1 con Teherán. :: efe
Occidente apura el acuerdo con Irán

Occidente apura el acuerdo con Irán

El programa balístico y el embargo de armas complican el pacto nuclear con la república islámica, cuyo plazo expira hoy a medianoche

MIKEL AYESTARAN CORRESPONSAL

Martes, 7 de julio 2015, 00:37

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Hasta el último segundo no habrá acuerdo nuclear con Irán. Todos los ministros de Exteriores del 5+1 -grupo formado por Francia, Reino Unido, Rusia, China, EE UU y Alemania- ya se encuentran en Viena para la jornada decisiva de un proceso que se inició en el año 2003, aunque ha sido desde junio de 2013, tras la llegada del clérigo moderado Hasán Rohani al poder, cuando ha tomado fuerza y se han producido encuentros bilaterales históricos entre Washington y Teherán, enfrentados desde el triunfo de la revolución islámica en 1979. El plazo marcado por ambas partes expira hoy a medianoche, pero fuentes iraníes aseguraron a la agencia Tasnim que el diálogo podría tener otra extensión hasta el jueves, fecha que coincide con la cita de Barack Obama con el Congreso para presentar el documento consensuado con el régimen de los ayatolás.

La duración final del acuerdo, las modalidades y amplitud de las inspecciones internacionales y el ritmo al que se levantarán las sanciones parecían los puntos más complicados de cerrar, pero a ellos habría que sumar las exigencias de última hora de Teherán de «levantar las restricciones a su programa balístico porque dicen que no tiene relación alguna con el tema nuclear», tal y como revelaron fuentes diplomáticas próximas a la negociación a la agencia Reuters. Las autoridades iraníes también habrían solicitado el fin del embargo de armas impuesto por Naciones Unidas, según filtraciones de la delegación persa.

Junto a los avances nucleares, a Occidente le preocupa el desarrollo del programa balístico de Irán ya que la combinación entre ambos pone realmente en peligro tanto a Israel como a las bases norteamericanas en la región, los dos grandes enemigos de la república islámica. Teherán ya ha demostrado que es capaz de fabricar misiles de largo alcance. Asimismo, como en las cumbres anteriores, las declaraciones de los implicados en la negociación son mensajes que intentan presionar a la otra parte para que aligere las exigencias. Ambos lados quieren sacar lo máximo de un proceso que se recoge en «un texto principal de 20 páginas con 5 anexos, en total, entre 70 y 80 páginas», según el jefe negociador iraní Abas Araghchi.

El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, consideró que el acuerdo es posible esta semana pero si Irán hace las «elecciones duras» necesarias. Kerry habló de «progresos», aunque insistió en que «varias de las cuestiones más difíciles» persisten. Las mismas palabras que el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, que dijo que «sigue habiendo diferencias». La cuestión principal es saber si Teherán aceptará adoptar compromisos claros, que sirvan para disipar las sospechas de Occidente sobre el uso que el régimen quiere hacer de su programa nuclear. La república islámica repite que únicamente persigue fines pacíficos, pero hasta ahora no le han creído.

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