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Un hombre en una playa a las afueras de la capital tunecina. :: afp
Túnez amplía la caza de cómplices del atentado en Susa

Túnez amplía la caza de cómplices del atentado en Susa

Las fuerzas de seguridad mantienen bajo arresto a ocho sospechosos por la matanza de 38 turistas y siguen la búsqueda de dos amigos del atacante

MIKEL AYESTARAN CORRESPONSAL

Viernes, 3 de julio 2015, 00:53

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Una semana después del atentado en Susa, las fuerzas de seguridad tunecinas mantienen abierta la búsqueda de sospechosos de colaborar en la operación en la que fueron asesinados 38 turistas, treinta de ellos británicos. Doce personas han sido detenidas desde entonces por su presunta colaboración con Seifeddine Rezgui, el autor material de la matanza en la playa del hotel Marhaba Imperial, y de ellas ocho siguen en dependencias policiales. Los agentes buscan a dos hombres más identificados como Bin Abdallah y Rafkhe Talari, amigos de Rezgui, que permanecen en paradero desconocido y cuyas fotografías se han distribuido por el país.

Las autoridades tunecinas mantienen que el ataque de marzo contra el Museo Nacional del Bardo -en el que hubo 22 muertos- y el de hace una semana en Susa fueron cometidos «por un mismo grupo que recibió entrenamiento en Libia. Dos de sus miembros golpearon en el museo y uno en la playa». Así lo explicó a los medios Lazhar Akremi, ministro de relaciones parlamentarias. Otro ministro, Kamel Jendoubi, encargado de la Sociedad Civil, reveló que un equipo de diez investigadores británicos colabora en las tareas de búsqueda de sospechosos y elevó a 1.377 el números de agentes de seguridad que se han desplegado en hoteles y playas para evitar nuevos atentados, según declaraciones recogidas por la agencia AFP.

Estos dos atentados contra turistas en menos de tres meses han revelado los problemas de seguridad de Túnez para frenar a los yihadistas y suponen un duro golpe para un sector que empezaba a recuperarse después de la 'primavera árabe' de 2011. El turismo representa cerca del 7% del PIB del país y genera casi 400.000 empleos directos e indirectos. Las autoridades, centro de las críticas por la incapacidad de los servicios de inteligencia de detectar estas amenazas, insisten en que van a aplicar «medidas sin precedentes» y han empezado con el cierre de ochenta mezquitas «por predicar el odio». Una medida que no se adoptaba desde la caída de régimen de Zine el-Abidine Ben Alí.

Incitación a crear un califato

«Las autoridades ya han advertido a dos imanes para que cesen la instrumentación de las mezquitas», afirmó Jendoubi. Los dos clérigos son Ben Hassan, de la mezquita mayor de la localidad de Masaken, próxima la capital tunecina, y Ridha Bel Haj, portavoz del partido Hizb el-Tahrir (Partido de la Liberación), formación fundada en los años 50 en Palestina y que fue la primera en gestar la idea de recuperar el califato. Aunque su actividad ha sido siempre pacífica, de su filosofía nace la idea que ahora trata de implantar en Siria e Irak el Estado Islámico.

William Lawrence, antiguo director del Norte de África del International Crisis Group (ICG), entrevistado por el portal Tunisia Live, advirtió de los riesgos que generan las medidas represivas, que pueden «incrementar la radicalización de la gente». Asimismo, insistió en la necesidad de «reforzar la inteligencia». «Han sido capaces de frenar la salida de 13.000 personas que querían volar a Turquía para unirse a la yihad, pero siguen sin entender las redes internas de captación y la amenaza que suponen», aseguró.

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