El Estado Islámico mata a 400 civiles en Palmira

Según la televisión oficial siria, decenas de esos 400 muertos son funcionarios del Gobierno entre los que se encuentran, por ejemplo, la jefa del departamento de enfermería del hospital de Palmira y su familia. Citando como fuente a los vecinos de la ciudad, la televisión asegura que las víctimas fueron degolladas debido «a su lealtad al Gobierno sirio y su desobediencia al EI». Además, activistas de la oposición informaron a través de las redes sociales de que hay cientos de cadáveres en las calles de soldados del Ejército leal al presidente sirio, Bashar Al Assad.

A los que continúan vivos, los yihadistas les han prohibido abandonar la ciudad, les han robado sus posesiones y han instaurado en la ciudad su radical interpretación de la ley.

El primer ministro sirio, Wael al Halqi, condenó «la horrible masacre» y responsabilizó de ella «a los países que apoyan el terrorismo material y militarmente, principalmente Arabia Saudí, Catar y Turquía, así como a algunos países occidentales». Por ello, Al Halqi llamó a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias a que presionen «a esos Gobiernos que apoyan el terrorismo».