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La Troika cierra filas frente a Grecia

La Comisión, el FMI y el BCE niegan discrepancias, mientras Tsipras habla con Juncker para tratar de acercar posturas

ADOLFO LORENTE CORRESPONSAL

Jueves, 7 de mayo 2015, 00:50

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A priori, parece que el cambio de estrategia no le va a funcionar. Del 'divide y vencerás' hemos pasado al 'más unidos que nunca'. El riesgo era evidente y el Gobierno griego recibió el bumerán lanzado el martes en forma de sorprendentes acusaciones sobre la división que la Comisión y el FMI mostraban en la mesa negociadora del Grupo de Bruselas. Ayer, la Troika, en un inusitado comunicado emitido a media tarde, reiteró que las tres instituciones «comparten el mismo objetivo, ayudar a Grecia a conseguir la estabilidad financiera y el crecimiento». Continúan trabajando juntas para alcanzar ese objetivo y se esfuerzan para lograr resultados concretos el próximo día 11, fecha del Eurogrupo.

Esto se produce 24 horas después de que el Ejecutivo de Atenas advirtiese de que «bajo estas circunstancias, no es posible un acuerdo». ¿Por qué? Porque, según su versión, el FMI está dispuesto a negociar el superávit primario y una posible quita de la deuda, pero se muestra firme en exigir reformas en materia laboral y pensiones», mientras que, por el contrario, la Comisión «se niega a negociar el superávit primario y la quita de la deuda, pero se dicen receptivos a analizar las propuestas en materia laboral y de pensiones».

Fue escuchar la palabra quita y algunos países comenzaron a temblar. Como Alemania, cuyo ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, salió al paso para desmentir las informaciones que decían que el FMI había amenazado con no pagar su parte de los 7.200 millones aún bloqueados del segundo rescate si no se producía tal quita. De este dinero, la mitad corresponde a la institución presidida por Christine Lagarde, que ayer recibió una transferencia de 200 millones de euros del Gobierno griego correspondiente a un pago de intereses del préstamo del rescate. El martes que viene, la suma será de 770, aunque esta cantidad es del principal del préstamo, no son intereses. El comunicado de la Troika se emitió apenas unos minutos después de que se filtrara que el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, mantuvieron una conversación telefónica para acercar posturas. Hicieron balance de los «progresos realizados en las negociaciones» y hablaron de reformas estructurales en materia laboral o en las pensiones, las líneas rojas de Syriza. «El acuerdo llegará cuando Tsipras sea capaz de decir a los suyos que debe cruzar alguna línea roja para que los socios del euro le presten más dinero», dijo una fuente del Grupo de Bruselas citada por Reuters.

El tiempo se acaba, el dinero de las arcas griegas también, pero un acuerdo en el Eurogrupo del lunes es casi una utopía, como admitió su presidente. Lo hizo desde París, donde Jeroen Dijsselbloem se reunió con sus autoridades en una gira que hoy le lleva a Berlín y el viernes a Roma. Las negociaciones continúan.

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