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Religiosos de alta mar

MANUEL ALCÁNTARA

Sábado, 18 de abril 2015, 01:14

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Abordo de una patera ha estallado un conflicto de índole trascendente. Se debatía qué religión es más verdadera que las otras, pero esas embarcaciones son de distancias íntimas y no dejan sitio para la verdad, ni siquiera para la duda, que suele encontrar un lugar para todo y por eso se dice que siempre cabe. La Policía italiana, menos atenta a problemas metafísicos, ha detenido a quince emigrantes por haber lanzado al mar a doce viajeros que iban en la misma barcaza, que carece de camarotes de lujo. La modesta embarcación procedía de Libia y las autoridades informaron de que el crimen tuvo carácter religioso, como tantos otros, desde las Cruzadas hasta ahora. Los detenidos son todos de fe musulmana y las víctimas son todas cristianas. La fe, según se dice, es una donación gratuita, pero influye mucho el número de los creyentes, que en este caso no estaba tan desequilibrado: quince inmigrantes arrojaron al mar a doce viajeros. Han sido acusados de homicidio múltiple agravado por el odio religioso.

Hay quienes no se conforman con creer a pies juntillas y quieren pegarle patadas a los que no creen. No tenemos remedio, al parecer. El gran Saramago, que era un ateo confesional, escribió sobre 'el factor Dios'. Afirmaba que en su nombre se ha permitido y justificado todo, principalmente lo peor, lo más horrendo y cruel. La Inquisición achicharraba vivos, como ahora los talibanes. Las religiones, o mejor sería decir su enmascaramiento en busca del poder, han matado en nombre de Dios, aprovechándose de que siempre guarda silencio. En opinión del aquel portugués, al que le reprocharon que pensara por su cuenta, ninguna de las religiones divulgadas han servido para aproximar y congraciar a las pobres y malignas criaturas. Por el contrario, escribió que «todas ellas, sin excepción, han sido y siguen siendo causas de sufrimiento enormes». Rouco Varela quizá no esté de acuerdo, pero otros creemos que no le falta razón, ni muchas razones.

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