Borrar
Manifestación ante a la residencia del presidente mexicano.
Las familias de los jóvenes de Iguala protestan por la falta de justicia en México

Las familias de los jóvenes de Iguala protestan por la falta de justicia en México

MILAGROS L. DE GUEREÑO CORRESPONSAL

Sábado, 27 de diciembre 2014, 00:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las familias de los 43 estudiantes de Ayotzinapa se manifestaron ayer por 91 día consecutivo en el Estado de Guerrero y en varias ciudades de México buscando noticias y justicia. Solo uno de los jóvenes ha sido identificado. Hay más de 80 detenidos pero los autores intelectuales -el exalcalde de Iguala José Luis Abarca y su mujer- siguen sin sentarse en el banquillo de los acusados. Los padres denuncian que ya no se busca a sus hijos. Las autoridades lo niegan. Y mientras, los Guerreros Unidos siguen secuestrando y asesinando. Su última víctima ha sido el cura Gregorio López Gorrostiera, cuyo cuerpo apareció cerca de Ciudad Altamirano, el día 25 con un tiro de gracia.

El grito por los desaparecidos empezó a amanecer. Padres, madres, hermanas, tíos, amigos de los estudiantes empezaron su protesta desde las 7.30 de la mañana. Eran unos 250, según medios locales. Enfilaron hacia la carretera nacional de Iguala y se les sumaron víctimas de otras desapariciones, que al reclamo de que los jóvenes aparezcan con vida suman el rechazo por el control de los grupos del crimen organizado en Guerrero.

Los parientes y amigos no descansan para que no decaiga el interés por el 'caso Iguala'. Esperan que el Papa los reciba. La víspera protestaron ante la Embajada de Alemania porque los policías que, según sostiene la Fiscalía en base a los testimonios de los detenidos, secuestraron y entregaron a los chicos a sicarios del cartel local Guerreros Unidos, usaron armamento de esa nacionalidad. «Mientras para la mayoría son horas de felicidad, para nosotros son de indignación y de lucha», declaró Felipe de la Cruz, portavoz de los padres.

Las familias piden pruebas. Mientras no se las den, los jóvenes siguen desparecidos. Tampoco creen la versión de que fueron asesinados y sus cuerpos ardieron hasta ser reducidos a cenizas y sólo quedaron unos pocos huesos tan dañados que su identificación va a ser demasiado difícil. Lo peor es que el México de los rascacielos y la modernidad tiene otra cara que desmonta las idílicas imágenes de los folletos turísticos o las promotoras de inversión.

El día de Navidad apareció el cuerpo del padre 'Goyito' en un municipio de la región guerrerense conocida como la Tierra Caliente, donde los carteles del crimen organizado libran una lucha sin cuartel por el control del territorio. Un tiro en la cabeza acabó con la vida del conocido sacerdote, el noveno que es asesinado en los últimos dos años. La noche del 21 lo secuestraron del seminario donde daba clases. El sacerdote de la diócesis de Apatzingán, Michoacán, Gregorio López Jerónimo aseguró lo mataron por su denuncia «clara contra el cártel de Guerreros Unidos».

«Ya basta de tanto dolor, tantos asesinatos y tantos odios. Basta ya de la delincuencia, de extorsiones y de aquellos que promueven inequidad y destrucción», afirmaron el el obispo de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez Miranda, y la conferencia del Episcopado Mexicano .

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios