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Corea del Norte libera a uno de los tres estadounidenses acusados de espiar

R. C.

Miércoles, 22 de octubre 2014, 00:41

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Corea del Norte liberó ayer a uno de los tres ciudadanos estadounidenses que permanecían retenidos en el país. Se trata de Jeffrey Fowle, de 56 años, que se encontraba ya en tránsito de regreso a EEUU cuando el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dio a conocer la noticia. A Fowle «se le ha permitido salir de Corea del Norte y está de retorno a casa para reunirse con su familia», señaló, por su parte, la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf, en un comunicado. De acuerdo con Harf, como «condición» para su liberación las autoridades norcoreanas pidieron al Gobierno de Obama hacerse cargo del transporte para su retorno a Estados Unidos, una tarea que asumió el Departamento de Defensa.

Fowle fue detenido en mayo de este año y acusado de conspirar contra el régimen de Kim Jong-un tras dejar una Biblia en el baño de un club náutico. Según la versión de Pyongyagng, Fowle intentó en secreto hacer circular una Biblia durante su viaje por Chongjin, en el noreste del país asiático. Aunque el detenido admitió que se trató de un «acto premeditado», alegó que no era el objetivo de su viaje «como turista», informó el diario Chosun Ilbo a principios de este mes.

Sólo de turismo

Earnest recordó ayer que el Gobierno de Obama llevaba «mucho tiempo» abogando por la liberación de Fowle y de los otros dos estadounidenses detenidos en Corea del Norte, Matthew Miller y Kenneth Bae. Miller, de 24 años y quien también estaba de turismo en Pyongyang , fue arrestado en abril por protagonizar un supuesto incidente al pasar por inmigración.

En el caso de Bae, misionero estadounidense de origen coreano, su detención se produjo en noviembre del 2012 y después fue condenado a 15 años de trabajos forzados por realizar supuestamente actividades religiosas en el país.

En los últimos cinco años, Corea del Norte ha retenido por diversos motivos a ocho ciudadanos de EEUU. Pese a todo cientos de estadounidenses siguen viajando al hermético país comunista, a pesar de que el Gobierno de Obama ha recomendado no hacerlo por motivos de seguridad.

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