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El Estado Islámico llama a globalizar el terror

El portavoz islamista pide atacar Egipto y amenaza con matar a civiles de los países que integran la coalición liderada por Estados Unidos

MIKEL AYESTARAN

Martes, 23 de septiembre 2014, 00:30

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El Estado Islámico (EI) mueve ficha después de la formación de la alianza internacional liderada por Estados Unidos y lanza un doble llamamiento a escala regional e internacional para extender la yihad (guerra santa) más allá de las fronteras del califato. El EI apunta a Egipto como país clave para operaciones yihadistas de la mano de la insurgencia de la península del Sinaí y pide a los musulmanes de todo el mundo que maten a los ciudadanos de los países que se han sumado a la coalición impulsada por Barack Obama. Este doble mensaje abre la puerta a un cambio de estrategia y plantea una nueva amenaza por parte de un grupo que hasta ahora se había centrado en la lucha dentro de las fronteras del califato constituido hace tres meses entre Siria e Irak.

El portavoz islamista, Abu Mohamed al-Adnani, fue el encargado de lanzar el doble llamamiento a través de un mensaje de audio difundido en las redes bajo el título de «Alá los vigila». Al-Adnani pidió directamente a los yihadistas de la península del Sinaí que intensifiquen su guerra contra los militares egipcios y «minen sus caminos, ataquen sus cuarteles y viviendas, corten sus cuellos, no los dejen sentirse seguros y conviertan sus vidas en un terror y un infierno». El portavoz yihadista alabó a los combatientes del Sinaí porque sus acciones son un golpe directo a «los protectores de los judíos» dirigidos por «el nuevo faraón», en referencia al presidente Abdelfatah el-Sisi.

Este nuevo mensaje del EI llegó 24 horas después de que dos policías murieran en un atentado en el centro de El Cairo reivindicado por Ajnad Misr (Soldados de Egipto). Decenas de grupos diferentes actúan en esta península donde el número de ataques contra militares e intereses turísticos se ha disparado después del golpe militar contra el presidente democrático Mohamed Mursi en julio de 2013.

«Al estilo de Al-Qaida»

Los yihadistas del Sinaí emplean estrategias cada vez «más sofisticadas y ataques con bomba al estilo de Al-Qaida», y su amenaza «se extiende a El Cairo y la zona del canal de Suez», según el estudio 'Terror en el Sinaí', del 'think-tank' británico The Henry Jackson Society. Este análisis recoge también los contactos «cada vez más estrechos y complejos» con la yihad global y cita a Al-Qaida en la Península Arábiga (AQPA), Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) y el Estado Islámico. Las autoridades egipcias reconocen estos vínculos directos entre el EI y los yihadistas del Sinaí, pero insisten en que a día de hoy no hay presencia en suelo egipcio de combatientes llegados del califato.

La nueva estrategia del EI para globalizar el terror pasa también por la implicación de los musulmanes de todo el mundo, a los que llama a «matar de cualquier manera» a «un infiel estadounidense o europeo, especialmente al vengativo y sucio francés, o un australiano o un canadiense, o cualquiera de los infieles que libran la guerra, incluidos los ciudadanos de los países que entraron en la coalición contra el EI».

El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, aseguró que «Francia no tiene miedo» y calificó a los miembros del EI como «vengativos y sucios». El Gobierno de París asume que la «seguridad total es imposible», pero dice haber adoptado «el cien por cien de las precauciones». El titular de Interior, Laurent Fabius, pidió a una treintena de embajadas que inviten a sus nacionales en el extranjero a aumentar su nivel de alerta. La amenaza yihadista es para «civiles y militares», según Al-Adnani, que advirtió a los ciudadanos de estos países de que «pagarán un alto precio» por su implicación en la guerra. «Pagaréis el precio sintiendo el miedo de viajar a cualquier sitio, cuando caminéis por las calles, girando a derecha e izquierda, temiendo a los musulmanes. No os sentiréis seguros ni en vuestros dormitorios y os atacaremos en vuestra tierra», afirmó el portavoz del EI en una grabación en la que calificó la guerra lanzada por Barack Obama como «la última cruzada».

Ceder posiciones en Irak

Washington inició a comienzos de agosto los bombardeos contra posiciones del EI en Irak y sus aviones no tripulados vigilan ahora también sus santuarios en Siria, donde tienen luz verde de Obama para atacar. Francia ha sido el primer país de la coalición en sumarse a la campaña militar y sus cazas también han efectuado operaciones en suelo iraquí. Las autoridades de París han adelantado que no piensan hacer lo propio en el lado sirio del califato.

Los ataques aéreos de EE UU y Francia -Australia ha anunciado que se sumará en breve- y el empuje de las milicias chiíes y kurdas están obligando al EI a ceder posiciones en Irak. Tras atender a las llamadas de auxilio de los yazidíes y turcomanos chiíes en Sinjar y Amerli, los kurdos de Siria pidieron también ayuda militar a la alianza para hacer frente al cerco del EI sobre la ciudad de Kobane (Ain al-Arab en árabe). En este caso no ha habido ataques de la coalición y los medios kurdos lo atribuyen a los lazos del Partido para la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo), el más importante en la zona, con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Ante la falta de apoyo internacional ha sido el propio PKK el que ha llamado a «los kurdos de todas partes» a «participar en la resistencia de la manera que puedan», según las palabras de Duran Kalkan, alto cargo de la formación, en una entrevista a la agencia Firat.

Kobane -uno de los tres cantones que forma el Kurdistán Occidental o Rojava, en lengua kurda, junto a Yazira y Efrén- es escenario de los combates más duros de los últimos días, en los que los islamistas habrían logrado ocupar decenas de aldeas kurdas. Este avance ha forzado a más de 100.000 civiles a buscar refugio en suelo turco. El PYD asegura haber logrado frenar al EI, pero la situación puede cambiar en cualquier momento y la alerta es máxima en la frontera turca.

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