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Cuba impulsa a los hosteleros privados

El Gobierno firma un acuerdo con 200 viviendas rurales para promocionar este tipo de alojamiento

M. LÓPEZ DE GUEREÑO

Martes, 23 de septiembre 2014, 00:30

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La interrelación de empresas estatales y negocios particulares aumenta conforme las reformas impulsadas por Raúl Castro se van asentando, poco a poco. Un ejemplo es el reciente acuerdo firmado por las agencias de viaje estatales para incorporar en su oferta 200 casas rurales en alquiler ubicadas en el polo turístico de Viñales. Ese tipo de alojamiento, que suele incluir servicios gastronómicos, fue legalizado en 1997 pero tiene muchos problemas para promocionarse entre los potenciales clientes.

El diario Granma informó ayer de que las empresas Cubatur, Havanatur y Cubanacán rubricaron un total de 200 contratos con casas de arrendamiento del valle, reconocido por la Unesco como paisaje cultural de la humanidad. Situado a unos 190 kilómetros de La Habana, la zona tiene registradas más de 700 «casas particulares», nombre con el que se conocen las viviendas que se alquilan a nacionales y extranjeros.

La medida va a tono con lo pautado por el VI Congreso del Partido Comunista y una resolución de finales de 2013, que regula la ampliación de vínculos comerciales entre entidades oficiales y privadas. En el caso específico de Viñales lo que se pretende es aumentar la reducida capacidad de sus tres únicos hoteles. En Varadero o en otras zonas turísticas más desarrolladas esta medida sería más difícil de llevar a acabo. Yarelis Moreno, representante de Cubatur, mantiene que los acuerdos con las casas del sector no estatal buscan promover el estilo de vida, la cultura y raíces del pueblo cubano. «En ese sentido, constituye una opción más que se les brinda a los clientes», explicó.

Pese a que no hay estadísticas oficiales es una realidad que muchos extranjeros prefieren vivir con cubanos y conocer de cerca su realidad, además de ahorrar dinero. El precio medio de una habitación en un hotel no baja de los 80 euros, mientras que en una casa particular ronda los 20. Durante años fue la única manera de que los extranjeros se alojasen con sus ligues o parejas cubanas, pues no hace tanto que los hoteles se abrieron al turismo nacional.

Por su parte, Dilkeson Toledo, representante de Havanatur en la provincia de Pinar del Río, considera que el acuerdo también supone una ventaja para los trabajadores del sector. «Anteriormente, muchas veces nuestros guías y chóferes debían pernoctar en instalaciones de la ciudad de Pinar del Río, a unos 30 kilómetros de los grupos que atendían, e incluso teníamos clientes interesados en actividades específicas en el territorio, como los senderos, que tenían que dormir en la La Habana en vez de hacerlo en el propio Viñales, porque los hoteles estaban llenos».

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