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Kreshnik B. recibe instrucciones de su abogado.
Alemania juzga por primera vez a un miembro de la red fundamentalista

Alemania juzga por primera vez a un miembro de la red fundamentalista

El joven, de origen kosovar, fue reclutado en Fráncfort y luchó con los radicales en Siria

JUAN CARLOS BARRENA

Martes, 16 de septiembre 2014, 00:11

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Kreshnik B., alemán de origen kosovar de 20 años, exfutbolista juvenil del Makkabi Fráncfort y estudiante de formación profesional, da la media de los yihadistas que el EI recluta en Alemania. Fue a la guerra santa en Siria en autobús y a su regreso en avión en diciembre pasado fue detenido en el aeropuerto de Fráncfort. La Audiencia Superior de la capital financiera le procesa desde ayer acusado de pertenencia a banda terrorista y de preparar un atentado grave contra el Estado. Kreshnik B. es el primer presunto miembro del EI que debe rendir cuentas ante la justicia alemana. Pero no será el último. La judicatura alemana se enfrenta a una verdadera avalancha de casos. El semanario 'Der Spiegel' revela en su última edición que los tribunales de este país tienen pendientes 140 sumarios relacionados con la milicia radical, 33 de ellos en manos de la Fiscalía Federal, encargada de los más graves casos de terrorismo. Los fiscales han advertido ya al ministerio federal de Justicia de que se verán desbordados si el número de sumarios continúa aumentando al ritmo actual.

El juicio contra Kreshnik B. se inició tan sólo tres días después de que el ministro de Interior, Thomas de Maizière, prohibiera en nombre del Gobierno toda actividad del EI en Alemania. No menos de 400 personas residentes en Alemania se han sumado a las filas de los yihadistas en Siria e Irak en los últimos dos años, de los que más de un centenar ha regresado a este país. Pese a todo, el titular de Justicia, Heiko Maas, anunció la disposición de las autoridades alemanas de reintegrar en la sociedad a aquellos seguidores del EI dispuestos a abandonar la organización, mientras que «aquellos que vuelvan con la intención de continuar aquí su guerra santa sentirán todo el peso de la ley».

Thomas Sagebiel, el juez que preside el proceso contra Kreshnik B., se mostró también benevolente en la primera sesión. «No queremos arruinar su futuro a toda costa. Es el momento de darle una oportunidad». Si el acusado realiza una confesión completa y colabora con la justicia podría ser condenado a una pena máxima de cuatro años y tres meses de cárcel, según el derecho penal juvenil. Su abogado, el turco-alemán Mutlu Günal, está dispuesto a dar facilidades a juez y fiscales, toda vez que su cliente se ha distanciado del islamismo radical y «es feliz» de haber regresado de la guerra si haber sufrido secuelas físicas.

Kreshnik B. se radicalizó junto a varios compañeros de estudios en la mezquita Abubakr del barrio de Hausen en Fráncfort. Con seis de ellos viajó en autobús a Estambul en julio de 2013 y de allí a Siria. En Alepo recibió instrucción militar y luego participó en al menos tres combates a las órdenes del EI. A su hermana en Alemania le contó que al participar en la yihad estaba cumpliendo «el deber individual» de todo buen musulmán. «Con 25 años te arrepentirás. Eres joven, tonto e ingenuo», le dijo su hermana en la llamada que intervinieron los servicios secretos germanos. De los seis jóvenes que le acompañaron dos han regresado como él a Alemania, otros dos continúan combatiendo en Siria, uno resultó gravemente herido y el sexto murió en combate.

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