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Putin (en el centro) visita la base de lanzamiento de cohetes de Vostochni en la región de Amur, extremo oriente de Rusia.
Rusia «responderá» al refuerzo de la OTAN en el este europeo

Rusia «responderá» al refuerzo de la OTAN en el este europeo

El Gobierno de Moscú anuncia la «revisión de su doctrina militar» para afrontar las «nuevas amenazas» procedentes de Occidente

RAFAEL M. MAÑUECO

Miércoles, 3 de septiembre 2014, 00:38

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En la víspera de la cumbre de la OTAN en Gales, en donde se prevé un reforzamiento de la organización en el este de Europa ante la postura agresiva de Rusia hacia Ucrania, Moscú ha querido dejar claro que responderá a esas medidas. El subsecretario del Consejo de Seguridad ruso, Mijaíl Popov, advirtió ayer que su país «no dejará sin respuesta la amenaza que supondrá el aumento de la presencia militar de la OTAN junto a nuestras fronteras».

El plan que la Alianza Atlántica se propone diseñar esta semana en Gales, a juicio de Popov, «demuestra que los líderes de Estados Unidos y la OTAN quieren continuar con su política de exacerbar las tensiones con Rusia». Ante tal situación, subrayó el responsable ruso, Moscú «revisará su doctrina militar antes de final de año».

Según sus declaraciones a la agencia RIA-Nóvosti, «esto obedece, en primer lugar, a la aparición de nuevos peligros y amenazas militares para la Federación Rusia, que se manifestaron en los acontecimientos de la Primavera árabe, el conflicto armado en Siria y la actual situación en Ucrania». Popov se refirió además a supuestos planes de la OTAN de «incrementar su potencial ofensivo estratégico mediante el desarrollo de un sistema global de defensa antimisiles».

Pero, el pasado viernes, el presidente ruso, Vladímir Putin, recordó a Occidente que su país posee el segundo arsenal nuclear del planeta. El presidente de Estonia, Toomas Hendrik, llamó ayer en Oslo a instalar en su país «bases permanentes de la OTAN» a fin de protegerse de un hipotético ataque de Rusia. Estonia precisamente será para el presidente estadounidense, Barack Obama, la antesala de la cumbre de Gales. Esta visita constituye un gesto de apoyo ante los temores que en las tres repúblicas bálticas suscita el Kremlin. Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, denunció ayer en Moscú el propósito de Ucrania de ser admitida en la OTAN. Según su opinión, tal iniciativa «perjudica claramente» la resolución del conflicto con las milicias separatistas en el este del país, cuyos destacamentos continuaron ayer su avance tras varias victorias en los últimos días.

Control de aeropuertos

Tras recuperar el control sobre el aeropuerto de Lugansk, el lunes, los insurgentes prorrusos trataban ayer de hacerse también con el de Donetsk en cruentos combates con uso de morteros y lanzaderas de cohetes 'Grad'. En los alrededores de Lugansk y de la ciudad portuaria de Mariúpol también tuvieron ayer lugar encarnizados enfrentamientos. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania (SNBO), Andréi Lisenko, ha insistido en que la espectacular contraofensiva llevada a cabo por los separatistas desde la semana pasada se debe a que cuentan con armamento y tropas regulares rusas. Lisenko reconoció 15 muertos y 49 heridos entre los militares ucranianos en las últimas 24 horas.

El asesor del Kremlin en temas de política exterior, Yuri Ushakov, salió ayer al paso de unas declaraciones de José Manuel Durao Barroso al rotativo italiano 'La Repubblica' en las que presidente de la Comisión Europea asegura que Putin le dijo durante una conversación telefónica: «Si quiero, en dos semanas tomo Kiev». Según Ushakov, tal frase fue pronunciada, pero «fue sacada de contexto» y no tiene el contenido bélico que algunos medios le han atribuido.

Por su parte, los separatistas hicieron ayer explícita la exigencia a Kiev del reconocimiento de su independencia y negaron que su propuesta para la paz presentada el día anterior en Minsk (Bielorrusia) incluyera la aceptación de la permanencia de sus territorios en el seno del Estado ucraniano, ni siquiera con un estatuto especial.

Las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Luganks no quieren «permanecer dentro de los límites de Ucrania ni territorialmente, ni desde el punto de vista político o financiero», aseguró uno de los líderes más destacados de los sublevados, Alexandr Zajárchenko. «No se ha hablado de ninguna federación en el seno de Ucrania. Es un asunto básico», dijo Andréi Purguín, jefe de la delegación de los separatistas que participó el lunes en la ronda de consultas con representantes del Gobierno de Kiev con mediación de Rusia y la OSCE.

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