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China deniega la democracia a Hong Kong

El Gobierno central exige que los candidatos a jefe del Ejecutivo de la excolonia tengan su aprobación en las elecciones del 2017

ZIGOR ALDAMA

Lunes, 1 de septiembre 2014, 00:40

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. Todos los ciudadanos mayores de edad de Hong Kong podrán votar en el 2017, por primera vez en la historia, al jefe de su Ejecutivo. Así, China cumple su promesa de introducir el sufragio universal en la excolonia británica, que fue devuelta al gigante asiático en 1997 bajo la condición de que se respeten sus características particulares durante medio siglo. «Es un momento histórico en el desarrollo democrático», aseguraron los líderes del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular, el órgano político que dictó ayer la medida en su reunión bianual. Eso sí, añadieron que «como están en juego los intereses a largo plazo del país, su prosperidad y su seguridad, hay que proceder con prudencia y de forma escalonada».

No en vano, y ahí es donde está el truco, para que los «dos o tres» candidatos al cargo puedan presentarse a las elecciones tendrán que obtener la aprobación previa de «un comité ampliamente representativo», formado por 1.200 personas, en el que necesitarán obtener al menos un 50% de los votos. En la práctica, eso supone que los hongkoneses podrán elegir libremente a su gobernador, sí, pero sólo entre quienes cuenten con la aprobación de Pekín. Y, por si fuese poco, el gobierno central será quien tenga la última palabra sobre el nombramiento, que deberá recaer en alguien «que ame al país y ame a Hong Kong».

La reacción de los grupos prodemocracia no se hizo esperar anoche. Los líderes del movimiento Occupy Central (Ocupa Central, el principal distrito de la ciudad), que incluso organizaron a finales de junio un referéndum en el que un 90% de los 800.000 participantes apoyó la elección directa de su jefe de Gobierno, aseguraron que el de ayer fue «uno de los días más negros en el desarrollo de Hong Kong y de la política de 'un país, dos sistemas'».

Poco después, en un acto multitudinario que se celebró hasta bien entrada la noche, los manifestantes llamaron a la desobediencia civil. «Esto supone el final del diálogo. En las próximas semanas pasaremos a la acción», gritaron por megáfonos. Entre sus primeras medidas podría estar el bloqueo del distrito financiero de la ciudad.Sin duda, es una afrenta peligrosa que el Gobierno central ya ha dejado claro que no va a tolerar. Varios dirigentes han advertido a Occupy Central de que sus protestas pueden tener graves consecuencias y en los últimos días incluso se ha visto cómo el Ejército trasladaba vehículos acorazados a la excolonia.

Por ahora, tras momentos de tensión anoche, la multitudinaria manifestación prevista para hoy se llevará a cabo con un gran dispositivo policial que habilitará centros de detención para cientos de personas. «Mucha gente está dispuesta a luchar por la democracia y por su derecho a elegir su propia suerte», sentenció Benny Tai Yiu-ting, uno de los principales organizadores de Occupy Central. «Los ciudadanos sabrán cuándo llega el momento de hacer lo que es necesario».

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