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Putin y Poroshenko relajan las tensión durante una cumbre en Minsk

R. C.

Jueves, 28 de junio 2018, 12:51

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El presidente ruso, Vladímir Putin, defendió ayer en Minsk que la crisis en Ucrania no puede resolverse con una mayor escalada militar o sin el diálogo con los representantes de las regiones de habla rusa del este. Por su parte, su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, aseguró que su objetivo principal es acabar con el «derramamiento de sangre». La cumbre en la capital bielorrusa, en la que participaron la Unión Aduanera (Rusia, Bielorrusia y Kazajistán), Ucrania y la Unión Europea, permitió una imagen esperada, la del apretón de manos entre ambos mandatarios, que compartieron con los demás representantes políticos casi cuatro horas de consultas sobre sus relaciones económicas y el conflicto armado en el este ucraniano. Poroshenko subrayó que «el futuro del mundo y Europa se está decidiendo aquí. El objetivo de mi visita a Minsk es detener el derramamiento de sangre y lanzar el proceso de buscar un compromiso político».

El presidente ucraniano insistió ante los demás mandatarios en que una de las claves para la estabilización del este del país es el control internacional sobre la frontera con Rusia, punto de entrada de armamento y mercenarios para los rebeldes prorrusos, según Kiev. Y pidió que se respalde su plan de paz, que incluye el desarme de las milicias prorrusas y la descentralización de Ucrania como «fundamento para el arreglo» de la situación.

Encuentros bilaterales

Tras la cumbre será la hora de los encuentros bilaterales. Putin y Poroshenko sólo se han sentado en una misma mesa en una ocasión y en presencia de otros líderes europeos, para el 70 aniversario del Desembarco de Normandía. Nazarbáyev dijo que «para Rusia y para Ucrania ha llegado la hora de la verdad, pues el derramamiento de sangre no puede continuar. Si esto sigue se puede convertir en una confrontación global».

Uno de los temas que más preocupan a los reunidos ayer en Minsk son las consecuencias que los acuerdos entre Ucrania y la UE pueden tener para la Unión Aduanera que encabeza Rusia. Poroshenko propuso la creación de un grupo especial para supervisar las «pérdidas reales» que sufra la Unión Aduanera. «Una vez que las pérdidas se conozcan, podemos hablar sobre mecanismos de compensación o protección», añadió. Putin aseguró que la economía rusa podría perder unos 100.000 millones de rublos (2.770 millones de euros) si los bienes de la UE llegan a Rusia vía Ucrania, sin pagar las tarifas que impone Moscú a estos productos.

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