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Una excavadora desescombra un edificio alcanzado por proyectiles israelies en Gaza.
Hamás e Israel se comprometen con la paz

Hamás e Israel se comprometen con la paz

La milicia palestina y Tel Aviv alcanzan un principio de acuerdo para poner fin a las hostilidades y aliviar el bloqueo en la Franja

PAULA ROSAS

Jueves, 28 de junio 2018, 12:51

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Tras 52 jornadas de violencia que han devastado Gaza y han causado casi 2.200 muertes, las facciones palestinas e Israel consiguieron llegar a un principio de acuerdo para cesar las hostilidades y aliviar el bloqueo que sufre la Franja. El alto en fuego entró en vigor a las siete de la tarde de ayer, hora local, después de que el presidente palestino, Mahmud Abás, fuentes oficiales israelíes y el mediador egipcio confirmaran el armisticio, que prevé la apertura parcial de las fronteras. Las partes han sido emplazadas a regresar a El Cairo dentro de un mes para negociar los asuntos más espinosos que ya truncaron la anterior tregua, como la construcción de un puerto o el desarme de las milicias.

Miles de personas se echaron a las calles de la Franja a celebrar el fin de los bombardeos, que han dejado Gaza prácticamente sin infraestructuras, han convertido en refugiados a una cuarta parte de la población y han sembrado de muertos cada barrio del diminuto enclave. Fuegos artificiales y disparos de celebración se pudieron escuchar hasta bien entrada la noche, mientras que, desde los altavoces de las mezquitas, los 'Allahu Akbar' (dios es el más grande) se mezclaban con los clamores de «victoria».

En una breve intervención televisada, Abás confirmó ayer el acuerdo y aseguró que la principal prioridad en esos momentos era la reconstrucción de la Franja. El presidente palestino agradeció al mediador egipcio, así como a Catar y al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, su ayuda para lograr el acuerdo. Poco después de la entrada en vigor de la tregua, Washington anunciaba su apoyo «firme» al alto el fuego.

El pacto contempla la apertura parcial de las fronteras de Gaza con Israel y Egipto para la entrada de ayuda humanitaria y de los materiales que serán necesarios para volver a levantar las infraestructuras y las miles de viviendas pulverizadas o dañadas durante la contienda. El ministerio de Exteriores egipcio también confirmó que se ampliará la zona en la que pueden faenar los pescadores gazatíes de tres a seis millas náuticas.

Si el cese de las hostilidades se mantiene, Israel y las distintas facciones palestinas volverán dentro de un mes a la capital egipcia, donde han tenido lugar las negociaciones indirectas, para retomar los asuntos más difíciles. Entre ellos se encuentra la construcción de un puerto y un aeropuerto en Gaza o la liberación de los miembros de Hamás detenidos por Israel en Cisjordania, como exige el movimiento islamista, y el desarme de las milicias palestinas en la Franja, como pide Israel. Nada hace prever, sin embargo, que las partes consigan llegar a un acuerdo dentro de un mes sobre estos asuntos, que ya abocaron al fracaso la tregua alcanzada la semana pasada.

Entramado de túneles

Hamás, al menos públicamente, se siente victorioso tras la contienda, a pesar de que el Ejército israelí ha liquidado a algunos de sus altos mandos militares y ha conseguido desmantelar gran parte de su entramado de túneles. Pero el movimiento islamista también ha podido plantar cara -a costa de la muerte de miles de civiles- a un gran ejército y ha demostrado que aún conserva arsenal. Para el grupo, no haber sido derrotados ya supone una victoria. Los palestinos han salido victoriosos, dijo ayer el portavoz de Hamás en la Franja, Sami Abu Zhuri, porque «hemos alcanzado la mayor parte de nuestros objetivos».

Pero los términos del acuerdo, parecidos a los del alto el fuego del 2012, tampoco hacen grandes concesiones a Hamás, que verá aliviado pero no levantado el bloqueo de la Franja. Israel, cuya imagen internacional ha sufrido debido a la multitud de muertes de civiles -un 75% de las más de 2.100 víctimas mortales palestinas y más de 500 niños-, tampoco parece haber logrado debilitar política o militarmente al movimiento islamista.

Anoche, el Gobierno israelí aún no se había pronunciado de forma oficial sobre el alto el fuego. Un alto funcionario, sin embargo, confirmó al diario 'Haaretz', que Israel había aceptado el armisticio aunque, al parecer, con la oposición del sector ultraderechista del Ejecutivo que, encabezado por Naftalí Bennet (Economía), Avigdor Lieberman (Exteriores) y Yitzhak Aharonovich (Seguridad Interna), no habrían aceptado el acuerdo alcanzado con Hamás.

La figura del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, parece salir deteriorada tras mes y medio de conflicto. Según una encuesta llevada a cabo por el Canal 2 de televisión, sólo el 38% de los israelíes estaría satisfecho con su papel durante la crisis, comparado con el 82% a mediados de julio, cuando el ejército israelí invadió por tierra el norte de Gaza. Mientras el jefe del Gobierno guardaba silencio ayer, sus críticos se prodigaron por los medios de comunicación y acusaron a Netanyahu de irresponsable por haber entrado en el conflicto sin objetivos y haber otorgado ganancias a Hamás, como señaló el líder del partido de izquierdas Meretz, Zahava Gal-On.

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