El orgullo de Moscú sufre el peor accidente de su historia

El accidente, la peor tragedia del metro moscovita -sin contar los atentados terroristas- se produjo poco antes de las 8.40 de la mañana (dos horas menos en España), entre las estaciones de Park Pobedi y Slavianski Bulvar, en la parte oeste de la capital. De ambas paradas tuvieron que ser evacuadas 1.150 personas, aseguró el Ministerio de Protección Civil.

Tres vagones se salieron de la vía y uno de ellos quedó tan deformado que para rescatar a los pasajeros hubo que utilizar equipamiento hidráulico. Algunos de los heridos permanecieron horas atrapados entre amasijos de hierros antes de poder ser extraídos y a varios de ellos sólo se logró llegar cuando ya eran cadáveres.

Según los testimonios de algunas de las víctimas, el descarrilamiento se produjo después de un frenazo muy brusco. Uno de los pasajeros, con el rostro todavía cubierto de sangre, declaraba al canal de televisión Moscú-24 horas que «hubo un frenazo tremendo, empezaron a saltar chispas y se llenó todo de humo. Después caímos al suelo».

Los que pudieron saltaron a la vía y escaparon por su propio pie. Otros ayudaron a los que habían quedado aprisionados. Una chica recién salida de la boca de metro esperaba sentada en el bordillo de la acera a ser trasladada a uno de los hospitales moscovitas que fueron movilizados. Por el camino, los equipos de primeros auxilios le vendaron la cabeza para detener la hemorragia de una herida en la frente. «La violencia del golpe hizo que la gente sufriera terribles traumatismos, sobre todo en la cabeza y las extremidades», señaló la víctima.

Según el responsable de Transporte del Ayuntamiento moscovita, Maxim Liksutov, se barajan tres causas probables del siniestro: una caída brusca del fluido eléctrico y la consiguiente desestabilización del convoy, que alguien accionara el sistema de parada de emergencia o algún objeto tirado a la vía.

El portavoz del Comité de Instrucción de Rusia, Vladímir Markin, explicó que el suministro eléctrico no se interrumpió en ningún momento y descartó también un atentado terrorista contra un tren que circulaba a 70 kilómetros por hora. Según Markin, se trabaja con tres supuestos: «El posible mal funcionamiento de un cambio de vía, tal vez un leve hundimiento del trazado debido a unos trabajos que se están realizando o puede que incluso un fallo mecánico en uno de los vagones».

Aunque el coche más afectado fue el de cabeza, el maquinista sobrevivió y está ingresado. El informativo de Moscú-24 horas ofrecía una simulación del accidente en dibujos animados, según la cual un desvío reparado hace cinco días envió el convoy a una vía muerta. De ahí el brusco frenazo, aunque a nivel oficial nadie ha confirmado tal versión.

El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, que ha declarado luto para hoy en la ciudad, advirtió de que «tras el final de la minuciosa investigación» ordenada por el presidente Putin desde Brasil «habrá sanciones, despidos y querellas criminales contra los culpables de este terrible accidente».