Francia pinta su futuro de rosa

«Los objetivos serán alcanzados pues la credibilidad de Francia está en juego», proclamó el ministro de Finanzas, el socialista Michel Sapin, quien opinó que en caso de incumplimiento de los objetivos europeos la deuda soberana del país no se vería sancionada por los mercados financieros.

«Pero en Europa, si el centro no respeta sus objetivos, la periferia paga el pato cuando conocemos los esfuerzos gigantescos que han sido pedidos a esos países», añadió en referencia a Grecia, Portugal, Irlanda, Italia y España. «Allí no era cuestión de estabilizar las prestaciones sociales o el salario de los funcionarios sino de disminuirlos», recordó Sapin.

El Gobierno ha decidido concentrar cerca de la mitad de los 50.000 millones de recortes en el ejercicio del 2015, con un ajuste de 21.000 millones que será completado en el 2016 con 16.000 millones y en 2017 con 13.000. «Se trata de un esfuerzo exigente y de una amplitud inédita que permitirá proseguir la reducción del déficit sin crear nuevos impuestos», asegura en su hoja de ruta el Gabinete de Manuel Valls.

El tijeretazo del gasto será de 18.000 millones en el Estado central, de 11.000 en las corporaciones locales, de 11.000 en la protección social y de 10.000 en el seguro de enfermedad. De esta manera el déficit público debería continuar su descenso desde el actual 4,3% al 3,8% en 2014 y el 3% en el 2015 para bajar al 1,3% en el 2017. Con una progresión al ritmo de la inflación el porcentaje del gasto público en la riqueza nacional disminuirá desde el 56,7% hasta el 53,5% y la deuda debería estabilizarse en el 2015 en el 95,5% del PIB antes de retroceder por primera vez desde el 2006 y quedar en el 91,9% en el 2017.

El programa gubernamental se basa en la recuperación de la economía con un crecimiento que, del 0,3% en el 2013, pasaría a ser del 1% en el 2014, del 1,7% en el 2015 y de un promedio del 2,25% en el 2016 y el 2017. El Alto Consejo de las Finanzas Públicas advirtió de que la concentración de los recortes en el 2015 podría «pesar más que lo previsto por el Gobierno sobre el crecimiento a corto plazo».