Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Domingo, 7 de mayo 2017, 00:52
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La moda es muchas veces un maravilloso bucle, una especie de déjà vu. Un misterio insondable que vuelve a recuperar tendencias, estilos y líneas que jamás pensamos que fueran a emerger tras morir de éxito o simplemente agotadas de tanto uso. Pero el tiempo, esa fascinante máquina especializada en triturar modelos, acaba sirviendo recetas de sobra conocidas a las nuevas generaciones. Esta temporada le toca el turno a la francesa Brigitte Bardot. El nuevo libro del experto en la actriz Henry-Jean Servet bucea en el mito francés a través de un vestuario que han reactualizado todo tipo de diseñadores. Los cuadros vichy de Carolina Herrera, el pañuelo en el pelo de Margiela, los vestidos blancos de Philosophy, los hombros descubiertos de Altuzarra, la falda toallera de Alexander Wang... Nada es fruto de la casualidad.
Este singular universo estilístico remite a un icono nada impostado. El 'estilo Bardot' era simplemente su estilo. El de una mujer que nunca iba a la moda pero que creó, y sigue creando, una legión de seguidoras con prendas míticas que han quedado grabadas en la retina de la memoria colectiva. Ella lo llevó antes que ninguna otra. En el festival de Cannes de 1953 escandalizó con un top que enmarcaba sus hombros y pechos y diez años después se le ocurrió ponerse un pañuelo a modo de cinta. Puso de moda también las rayas, los finos cinturones que envolvían su cintura y los minúsculos pantalones que remarcaban sus piernas. Por no hablar de su peculiar cardado -jamás usaba peine-, porque «no había manera de mantener mi cola de caballo recta y tenía un montón de mechones hacia abajo y molestándome», como solía repetir.
Amante del ballet, las bailarinas también fueron cosa de esta artista de labios carnosos y mirada gatuna. Con una vestimenta nada estudiada, se convirtió en un símbolo de la emancipación de la mujer y rompió con los códigos de una época. Brigitte fue, en realidad, una de las primeras mujeres en ser «realmente moderna». Según Andy Warhol, trataba a los hombres «como objetos, comprándolos y descartándolos». Staz Lindes, hija del guitarrista de Dire Straits y nueva embajadora de Yves Saint Laurent Beauté, vuelve a sacar del armario a una Brigitte que se resiste a envejecer.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.