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Vargas Llosa e Isabel Preysler posan a la entrada del Museo Guggenheim. MUSEO GUGGENHEIM
La mañana cultural de Vargas Llosa e Isabel Preysler en Bilbao

La mañana cultural de Vargas Llosa e Isabel Preysler en Bilbao

En vaqueros y muy relajados, el premio Nobel y su pareja han disfrutado del Museo de Bellas Artes y del Guggenheim

SOLANGE VÁZQUEZ

Domingo, 17 de septiembre 2017, 18:15

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El Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Guggenheim han tenido este domingo unos visitantes de lujo. Sobre las diez de la mañana, Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler se han acercado a pie hasta el Bellas Artes, donde han disfrutado de una visita privada de hora y cuarto junto a cuatro amigos. Aunque han intentado pasar desapercibidos y han contado para ello con la complicidad de los responsables del museo -que han eludido dar detalles de sus ilustres invitados- no han podido evitar llamar la atención. No obstante, los visitantes que se han percatado de su presencia han respetado su deseo de intimidad y no se han dirigido a ellos, aunque a su paso proliferaban los cuchicheos, los codazos y las miradas, unas furtivas y otras, no tanto.

La pareja, en vaqueros y prodigándose constantes muestras de afecto, se ha interesado especialmente por la colección Alicia Koplowitz, una de las más relevantes de Europa, con 90 pinturas y dibujos que hasta ahora han sido prácticamente inéditos. El director del museo, Miguel Zugaza, les ha acompañado en todo momento y les ha ido mostrando las obras. Asimismo, ha respondido a las numerosas preguntas que le han planteado, en especial el escritor. Dos 'goyas' -'Asalto a la diligencia' y 'Maja y celestina al balcón'- y dos obras de Antonio Joli -'Vista de la calle Alcalá de Madrid' y 'Vista de la calle Atocha'- han sido las que más les han llamado la atención. Vargas Llosa, que por momentos abandonaba el grupo para moverse en solitario por la sala, también ha admirado con especial interés los trabajos de Pietro Antonio Rotari, mientras que Isabel Preysler se ha quedado prendada de una escultura de Pablo Carballo. Tras abandonar la sala bilbaína se han dirigido al Guggenheim, donde han continuado con su mañana cultural.

Además de aprovechar su visita a la villa para satisfacer sus inquietudes culturales, la mediática pareja, que el sábado fue vista paseando por la ciudad resguárdandose de la lluvia con un paraguas, también ha disfrutado de la gastronomía vasca y ha cenado en un conocido restaurante del centro especializado en pescados y mariscos.

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