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Una mujer cuenta las bondades de estas muñecas que muchos tailandeses compran para que les den suerte. :: Rungroj yongrit/efe
Juguetes del más allá

Juguetes del más allá

Tailandia vive una fiebre por las 'luk thep', unas muñecas a las que atribuyen poderes sobrenaturales. Sus propietarios las miman como a hijas y aseguran que les dan suerte

ESTER REQUENA

Lunes, 19 de septiembre 2016, 00:09

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Entrar en un restaurante en Bangkok y encontrarse una muñeca sentada en la mesa y con un plato combinado del menú infantil delante como un hijo más es una escena que se repite estos días hasta en los resorts de lujo de Tailandia. O paseando a esas mismas muñecas subidas en un carrito y vestidas con modelitos de diseñadores de renombre. La última moda en el país asiático pasa por comprarse una muñeca que se asemeja a las de toda la vida (nada del realismo de los bebés 'reborn')... pero 'habitadas' por un espíritu. O eso aseguran quienes atesoran una 'luk thep' (ángeles infantiles, les llaman), cuyo precio oscila entre los 50 y los 300 euros, aunque se han llegado a pagar por ellas hasta 2.000.

Las 'luk thep' no vienen de fábrica con el supuesto espíritu dentro, sino que hay que acudir a un monje para que les realice una especie de ceremonia de unción conocida como 'plook sek'. Un ritual habitual en Tailandia para bendecir amuletos que ahora se ha actualizado para estos juguetes y que ha llegado a desbordar templos budistas como el de Bua Kwan, en Nonthaburi. Muñeca en mano, muchos tailandeses, la mayoría mujeres de clase media, acuden a 'dar vida' a sus peponas buscando la buena suerte que aseguran que proporcionan estos artículos, con un tamaño que no supera los 50 centímetros.

Las 'luk thep' se consideran la modernización de la adoración que se rendía antiguamente a los fetos humanos que morían en el útero. La empresaria Mae Ning asegura que se comunica con la diosa hindú Parvati y media para que las almas de los niños no nacidos se instalen en sus muñecas y den buena suerte a sus dueños. «El alma puede vivir en la muñeca y por eso sus propietarios pueden criarlas como si fueran sus hijos y pasearlas en público al igual que a otro niño normal».

Las 'celebrities', por supuesto, se han apuntado al carro. Uno de los que no para de aclamar sus bondades es el DJ y locutor tailandés Bookkoh Thannatchayapan, que 'adoptó' un muñeco. «El primer día que lo tuve me lo llevé a comprar ropa en la sección de bebés y justo después de pagar recibí una llamada por la que un trabajo que se había cancelado seguía finalmente adelante», relata con entusiasmo. Poco después le prometió a su muñeco un collar de oro si le lograba un puesto mejor. Enseguida le telefonearon ofreciéndole un casting para una película. «Lo amo como a mi hijo», repite sin parar, dándole gracias por todo lo que le ha sucedido en este tiempo juntos como familia.

Con semejantes testimonios, normal que la fiebre se haya multiplicado. Hay dueños que incluso detallan que las 'luk thep' les han soplado los números de la lotería o mejorado alguna de sus enfermedades. La locura ha llegado a tal punto que el primer ministro, Prayuth Chan-ocha, ha pedido a sus ciudadanos que no se dejen arrastrar por esta tendencia si ven que no pueden permitirse darles a las muñecas un estilo de vida tan lujoso con regalos de muchos ceros.

Atenta a estos caprichos, la cadena de restaurantes Neta Grill ha incluido en su carta platos especiales para las muñecas a precio de menú infantil. Eso sí, en la letra pequeña han puntualizado que nada de dejar el plato sin comérselo bajo castigo de multa. Aunque el anuncio más curioso llegó de la aerolínea Thai Smile Airways, que proclamó a bombo y platillo que sus clientes podrían comprar billetes de avión para sus muñecas. Y en el precio no solo se incluía su propio asiento, también aperitivos y bebidas para ellas. Pero la oferta duró poco. «En base a las reglas internacionales de la aviación, los pasajeros son personas. Así que las aerolíneas no tienen permitido vender billetes para juguetes», zanjó rápidamente la Autoridad de Aviación Civil de Tailandia. En parte esta advertencia surgió a instancias de la policía, que en las aduanas ha incautado varias muñecas con droga en su interior.

También el complejo The China Town Resort Phayao les ha negado la entrada. Asegura que dejándolas dormir en su hotel no cumplirían su premisa de «limpio, con mucha sombra y seguro», ya que algunos huéspedes podrían tener «paranoias» a causa de su magia. Eso sí, dejan claro que son bienvenidas las muñecas «normales».

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