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Leonardo Di Caprio a bordo de un yate en 'El lobo de Wall Street'.
¡Estoy  flipando, Jack!

¡Estoy flipando, Jack!

Leonardo Di Caprio prepara una fiesta para salvar los océanos mientras Penélope Cruz se va a provocar al desierto

ARANTZA FURUNDARENA

Domingo, 27 de julio 2014, 23:17

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Pasado mañana en Saint-Tropez va a haber lío. Pero 'Lío' DiCaprio, que así es como se pronuncia el diminutivo de Leonardo en inglés. El famosísimo actor estará este miércoles en la Costa Azul francesa junto al hijo de Jacques Cousteau y otras celebridades para participar en una gala benéfica en defensa del medio ambiente y, en especial, de los océanos. Porque a Leo le obsesiona la salud del mar. Su última aportación a la causa asciende a casi seis millones de euros. La organización que los recibió debió de sentir que levitaba, como Kate Winslet en la proa del Titanic cuando exclama enardecida: 'I'm flying, Jack!' (¡Estoy volando, Jack!) Luego, ya de muy anciana (y tal vez demente) decide tirar por la borda un espléndido diamante azul con el que podría haber sufragado la deuda externa de Venezuela y aún le habría sobrado para fichar a Keylor Navas y James Rodríguez juntos. Pero cada uno hace con sus joyas y con su dinero lo que quiere. DiCaprio lo mete en el mar. Mejor eso que meterlo (todo) en Suiza.

En realidad, es muy fácil estar concienciado con la oceanografía cuando te pasas el verano a bordo de un yate de 500 millones de dólares. A los que veranean en un camping del interior la oceanografía les interesa más bien poco. Mayor preocupación les suscita la geología (que no haya piedras en el suelo). A la fiesta de DiCaprio, que se celebrará en una conocida bodega de Saint Tropez especializada en vinos rosados, asistirán también el músico y actor Jared Leto y un alto representante de la banca suiza, un país que no tiene océano, pero sí dinero suficiente para comprarlo. Y mientras el apuesto Leonardo navega por un mar de buenas intenciones, Penélope Cruz, que comparte con DiCaprio el nombre de su hijo (Leo), se ha ido al desierto. ¿Qué busca Pe en mitad de semejante secarral? Petróleo seguro que no, que ella es muy de 'No oil. Prospecciones. Save Canarias'. Lo que busca, para qué engañarnos, es provocar.

Quince segundos dura el 'teaser' o aperitivo del nuevo cortometraje publicitario ideado y dirigido por la de Alcobendas para promocionar una firma de lencería que lleva la provocación en el apellido y de la que ella y su hermana son diseñadoras. El anuncio completo no se desvelará hasta el 1 de agosto. Pero ya apunta maneras. Y no buenas precisamente. En el tráiler aparece la propia Penélope poniendo morritos mientras conduce un despampanante Cadillac rojo a través del desierto y vemos también a un Jon Kortajarena muy venido a menos que se arrastra por un polvoriento arenal en busca de no se sabe qué... Agua no parece ser, porque el espejismo que le obnubila la mente no está hecho de cascadas, vergeles y cimbreantes palmeras sino de cimbreantes macizas medio en pelotas. Como si el bello y muy deseado Kortajarena tuviera que arrastrarse para ligar... I'm flipping, Jack! (¡Estoy flipando, Jack!)

Lo que persigue Penélope es que se hable de su marca (aunque sea bien). El año pasado lo logró a base de meter en el anuncio insinuantes chicas en tanga y ligueros. Y este año probablemente lo volverá a conseguir con los mismos ingredientes, porque hay cosas que nunca cambian por increíble que parezca. Normal. Cuando no posees la capacidad de armarla que tienen tanto la cantante Rihanna como la decoradora y ahora también politóloga (éramos pocos) Henar Ortiz, que solo con abrir la boca o con enviar un 'tuit' hacen que suba el pan o se desplome el Nikkei, no te queda otra que recurrir al truco más viejo del mundo, el de la provocación sexual: 'I'm coming, Jack!'

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