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Candidatos a la presidencia durante el debate a cuatro
Concilia como puedas

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Mejorar los horarios en España… mientras los debates se programa a los diez de la noche: cosas de nuestros políticos

Jorge Alacid

Lunes, 20 de junio 2016, 09:53

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Entre las (raras) novedades introducidas en la campaña electoral figura de modo sobresaliente cierta capacidad de los partidos para adaptarse a la lógica de los tiempos. De modo que no extrañará que la mayoría haya introducido en sus respectivos programas (esos papelitos destinados a morirse de risa en algún cajón dentro de nada) algunas medidas que permitan alcanzar ese grial denominado conciliación. Conciliar el tiempo destinado al trabajo con el dedicado a la familia, los placeres recreativos, el puro ocio o las ganas de tumbarse en el sofá.

Se trata de medidas razonables en el plano teórico. Condenadas a incumplirse. El PSOE propone ¡¡¡acabar la jornada laboral a las 18 horas¡¡¡. Tronchante. El PP, otro tanto, pero añade otra medida como apoyo a la maternidad ayudas de hasta 2.000 euros al año que Rajoy olvidó decretar durante los últimos cuatro años. Ciudadanos anima por su parte a una adaptación semejante del horario escolar y Unidos Podemos agrega su apuesta por el teletrabajo. Sí, también digno del Club de la Comedia.

Porque en este caso, como en tantos otros, se trata de legislar en favor del signo de la época, pero en contra de inveteradas costumbres tan incorporadas a los hábitos ciudadanos que conducen directamente a la melancolía. ¿Alguien se imagina a un español cerrando la tienda a las seis de la tarde como si de repente fuera escandinavo? ¿Trabajar desde casa enchufado al ordenador como si se hubiera vuelto islandés? ¿Chiquiteadores riojanos de ronda nocturna cuando aún no se ha puesto el sol? Lo cual es tan chocante como esperanzador que al menos cierta sensatez empezase a imperar en los hábitos patrios: a fin de cuentas, eso de no trabajar por la tarde lo implantaron hace alguna centuria los funcionarios, bancarios y demás familia con gran éxito, por cierto. Porque si esperamos que nuestros dirigentes pasaran de la teoría a los hechos, habrá que armarse de paciencia y comenzar por preguntarles cómo programan su único debate electoral a las diez de la noche.

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