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Encerrados en sus cajones

Encerrados en sus cajones

El debate a cuatro entre Del Río, Luena, Baena y Carreño ofrecido por larioja.com y TVR resultó encorsetado por unos candidatos constreñidos y limitados a sus discursos

Luismi Cámara

Miércoles, 16 de diciembre 2015, 23:58

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Era 'El Debate'. Así, con mayúsculas. Los protagonistas, los números uno de las listas en La Rioja de los cuatro partidos con representación en el Parlamento regional, los aspirantes al Congreso de los Diputados en las elecciones del próximo domingo. El debate se disputaba ante las cámaras de TVR y era emitido en internet por larioja.com. Era la oportunidad de mostrarse, de defender sus programas y de reivindicar sus aspiraciones a la Cámara Baja ante los miles de riojanos llamados a elegir al presidente del Gobierno de España.

La ocasión llegaba tras el combate entre Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera, y la mano derecha de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, y después del envite a dos entre el líder del PSOE y el del PP. Tocaba la defensa local, el frente a frente con los votantes. Sin embargo, Emilio del Río, César Luena, Sara Carreño y Pablo Baena no supieron aprovechar la ocasión de lucir ante sus rivales.

El debate a cuatro resultó encorsetado por unos candidatos constreñidos y limitados la mayoría del tiempo a sus discursos y estrategias de ataque, con poco espacio a la discusión abierta y a la confrontación. En los instantes previos parecían una terna de pura sangre, estaban preparados para salir a toda velocidad y batir a sus adversarios, sin importarles cruzarse en el camino para tomar la mejor calle hacia la meta. Pero se quedaron en sus cajones. Atascados y sin poder abrir las puertas para poder salir a campo abierto.

Cierto es que el programa estaba compartimentado para que todos tuvieran su tiempo bien atado y no se pisaran en sus exposiciones. Seis bloques; tres minutos de exposición para cada uno en un orden sorteado con antelación, y uno más de réplica; y el minuto de oro de exposición final de los invitados.

Así, apenas se interrumpieron. Si acaso algún encontronazo entre el representante popular, el socialista y el de C's -Carreño evitó entrar casi siempre en cruces solapados de acusaciones- para cortar los discursos cronometrados al dedillo por los candidatos.

Fue un cuadrilátero con unos púgiles que estuvieron extremadamente correctos en las formas y que evitaron el combate cuerpo a cuerpo para minimizar el riesgo del KO. Si acaso, algún 'zasca' suelto, escasos acercamientos para buscar un croché aturdidor y ningún gancho definitivo. Poco barro, aunque sí que tres de los cuatro hicieron referencia al duro y enfangado choque entre Sánchez y Rajoy. Sobre todo, cuando llegó el bloque sobre corrupción, el momento más animado de las cerca de dos horas que duró el programa. En este segmento del debate, Baena insistió en asegurar que los españoles estaban hartos. Basta ya, repitió el del partido naranja. La representante de Podemos atacó a los dos grandes partidos por no hacer nada durante 30 años. Si se quiere se puede, y ustedes no quieren, espetó la asturiana. Del Río aseguró que no iba a permitir que se dijera que el PP es un partido corrupto pero comentó su disposición a escapar del concurso del 'Y tú más', algo que no pudo evitar cuando Luena explicó que a la corrupción hay que combatirla, no convivir con ella y recordó la polémica creada con el chalet en Villamediana de Pedro Sanz. Ahí ya se le escuchó replicar con un claro Es falso. Pero el socialista no se quedó ahí y habló del dinero que supuestamente Carlos Cuevas trajo limpito de Madrid para pagar la sede popular de Duquesa de la Victoria. Afirmo que aquí, en La Rioja, el PP tampoco ha sido un partido decente, acabó el dirigente del PSOE, recordando la acusación de su líder que tanto molestó al candidato popular días atrás.

En la réplica, Del Río sacó el listado de 74 denuncias del PSOE a la gente decente de su partido y exigió a su oponente político que pidiera perdón por ello y por ser el único partido condenado por corrupción mientras que el socialista enumeraba los casos de los de Génova. Eso sí que es indecente, proseguía Del Río, mientras comparaba al de Bobadilla con Sánchez por las insidias y por ir a la desesperada cuando no hay argumentos. Ahí entró también Baena. Paren ya -apeló-, porque lo que no quieren los ciudadanos es que el bipartidismo se meta en estos jaleos.

Fueron cayendo los bloques temáticos sin apenas novedades sobre lo que los riojanos y los españoles han escuchado durante estas casi dos semanas de campaña electoral. Economía y empleo; el ya comentado tema de la corrupción; el modelo de Estado y la posibilidad de reformar de la Constitución; el estado de bienestar; las infraestructuras en La Rioja y los pactos tras el 20N. Poco reseñable sobre lo ya conocido. Por una parte, el PSOE cargaba contra el PP por poner en riesgo los avances sociales; el PP defendía su trabajo en los últimos cuatro años para levantar una España que estaba al borde del abismo, con una Sanidad colapsada -esto era un debate, no un programa de humor, respondió en una ocasión Luena ante esta afirmación-; también hubo alguna coincidencia como la necesidad del AVE (aunque con tiros cruzados de quién había frenado y quién relanzado el proyecto) y el reproche a los partidos emergentes por no apoyarlo con contundencia. Por el otro lado, Podemos y Ciudadanos intentaban mostrarse como representantes del cambio necesario aunque con puntos de vista normalmente enfrentados; Baena se empeñaba en desmentir radicalmente que los suyos pretendieran cerrar ayuntamientos y Carreño se agarraba a las reivindicaciones del 15M para validar su proyecto.

También hubo algún curioso 'tres contra uno', como el que se produjo cuando tanto Del Río como Baena y Carreño recordaron a Luena su voto a favor del blindaje del concierto vasco.

Último minuto

En el último minuto, cada candidato lanzó su proclama para intentar convencer por penúltima vez a los indecisos. La candidata de Podemos fue la primera en hablar y pidió a los riojanos que votaran con el corazón y la cabeza. Presentamos un programa sólido y solvente, conpropuestas eficaces y reales para sacar a todos de la crisis. El voto para Podemos es el voto para la gente, para la gente que pasa dificultades, para las personas que han sido desahuciadas, para los que no pueden llegar a fin de mes, para los parados sin prestaciones, para los estudiantes que no pueden pagar las matriculas universitarias, para los profesores que luchan por la educación. Es el voto del cambio. El voto por un futuro mejor, concluyó.

Emilio del Río abrió su alocución avisando de que lo que se decide el domingo es la España de 2020. Comenzamos el cambio hace cuatro años, prosiguió, para admitir a continuación que todavía queda mucho por hacer. No se puede desperdiciar lo que hemos conseguido con tanto esfuerzo y sacrificio de todos. Nos jugamos seguir avanzando en el cambio o retroceder, añadió -durante el debate ya había advertido de que si el voto no es para el PP, no se sabe lo que va a pasar pero no será nada bueno para los riojanos-, antes de cerrar prometiendo desde la humildad y la honestidad que se dejaría la piel por los riojanos.

En su turno, César Luena desarrolló que para que cambie España, debe cambiar el Gobierno, y para que cambie el Gobierno debe ganar el partido socialista. Apostó por la lucha contra la corrupción -el primer problema de los españoles-, por un país que crezca más y mejor, cohesionado territorialmente, diverso pero unido, que recupere sus cuotas de bienestar y recupere servicios y derechos. También adquirió tres compromisos: Superar el aislamiento a través de la alta velocidad, crear nuevos empleos a través de un plan de reindustrialización y apoyar e impulsar la universidad pública de La Rioja.

Fue Pablo Baena el encargado de clausurar con su minuto el debate. Comenzó con un estilo que recordaba al discurso de Martin Luther King de Washington en el 63: En Ciudadanos soñamos con una España diferente. Yo sueño con una Rioja diferente, con menos desigualdad, con más empleo, sin corrupción. Una España en la que todos tengamos los mismo derechos y obligaciones. Esa España llegará a partir del 20 de diciembre, anunció antes de pedir el voto masivo para llenar las urnas de ilusión por el cambio sensato para llevar a España a la modernidad. Si La Rioja no participa del cambio de Ciudadanos, seguirá estando olvidada. Y eso no puede ser. Se avecina una nueva transición que tiene que ser liderada desde el centro, concluyó.

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