Borrar
Carles Puigdemont. Afp I R.C.

Puigdemont se reivindica como presidente tras ganar el pulso a ERC

El candidato de JxCAT rentabiliza su huida a Bruselas y reivindica la mayoría independentista porque la «República catalana ha derrotado a la Monarquía del 155»

Adolfo Lorente

Bruselas

Jueves, 21 de diciembre 2017

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Que las elecciones catalanas de ayer fueron de todo menos normales lo evidencia el hecho de que el corresponsal de Bruselas tenga que escribir esta crónica. Diario de la huida de Carles Puigdemont. Día 53. Resultado del 21-D. Sensación agridulce, aunque mucho más dulce que agria. Porque aunque Ciudadanos logró una victoria histórica y los catalanes, en votos, dijeron 'no' a la vía unilateral, Junts per Catalunya quedó segundo y hubo mayoría independentista en escaños. Su gran batalla se libraba contra Esquerra y esa batalla, la ganaron, lo que a su entender les legitima para seguir liderando el Gobierno catalán. Se evidencia que Puigdemont ha sabido rentabilizar y mucho su fuga a Bélgica. ¿Volverá a España, pese saber que será detenido?

El gran interrogante sigue sin respuesta. Es posible que se aclare en los próximos días, pero mientras tanto, anoche, el 130º president de la Generalitat no ocultó su euforia. Por su situación personal, por sus resultados, pero también por el batacazo histórico del Partido Popular de Mariano Rajoy, de quien no se olvidó en su intervención ante los medios de comunicación al filo de la medianoche. Fue el último de los candidatos en salir porque «es el president y había ganado», según explicaron fuentes de su equipo en el centro de prensa de Bruselas. Puigdemont sigue inmerso en su particular realidad, aunque parece que no le va tan mal.

«La república catalana ha derrotado a la Monarquía del 155», zanjó en tono triunfalista tras recordar a los líderes encarcelados y felicitar al pueblo catalán «por osu nueva lección de civismo y democracia». «Es urgente una rectificación, una restitución de la democracia y una reparación. Debemos volver ya al Gobierno que es donde nos quieren nuestros ciudadanos», dijo.

«El Estado español ha sido derrotado. Rajoy y sus aliados han perdido y han recibido una bofetada de los catalanes. Han perdido el plebiscito que buscaban para legitimar el 155. Europa debe tomar nota. Las recetas de Rajoy no funcionan y si sigue con ellas, antes nor iremos», recalcó. En este sentido, recordó que JxCAT y ERC suman más escaños que Ciudadanos, PSC, Podemos y PP juntos. 78 escaños frente a 57 quieren que haya un referéndum para que Cataluña decida su futuro», subrayó.

Difícil comparación

Su cuartel general se ubicó en el Square-Brussels Meeting Centre, donde vivió su peculiar noche electoral desde la capital comunitaria acompañado de los cuatro exconsellers fugados. Dos de sus filas, Clara Ponsatí y Lluís Puig, y dos del bando enemigo. Compañeros de huida y ensoñaciones independentistas, pero enemigos al fin y al cabo: los republicanos Toní Comín y Meritxell Serret. Porque si en 2015 concurrieron 'juntos por el Sí', en esta ocasión, lo han hecho más que separados.

La situación política es tan extraordinaria que es difícil realizar un análisis más o menos fiel comparando lo ocurrido ayer con lo sucedido en anteriores citas. Sucede, sobre todo, en las filas de la derecha nacionalista catalana. La última vez que la extinta CiU concurrió en solitario a unas autonómicas fue en 2012 y, entonces, logró 50 escaños frente a los 62 de 2010. En 2015, lo hicieron en coalición con ERC y ahora, ni CiU existe (Unió, además, va con el PSC) ni Puigdemont ha querido acudir con las siglas del nuevo partido, el PDeCAT. Ayer se quedaron en 34. ¿Mucho? ¿Poco? Más que ERC. Ya basta.

La huida a Bruselas le ha salido muy rentable. Hundido en las encuestas frente a ERC, decidió volverse a presentar dejando a un lado a su partido inventándose 'Junts per Catalunya', que no es otra cosa que 'la lista de Puigdemont', nombre que al final se descartó en el PDeCAT por su elevada dosis de ego.

No hay que olvidar, además, que ayer fueron sus primeras elecciones como cabeza de lista ya que fue proclamado investido el 10 de enero de 2016 gracias al dedo de Artur Mas y a que la CUP dejó a un lado sus principios ideológicos en favor de la independencia. Quedaron segundos, pero la sensación fue de victoria.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios