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Comunicación entre líneas

Comunicación entre líneas

Cada partido lanza mensajes en clave sobre condiciones y afanes de Gobierno en puertas de abrir las negociaciones

TERI SÁENZ

Miércoles, 27 de mayo 2015, 18:59

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LOGROÑO. Nadie ha contactado con nadie (oficialmente) todavía. Mientras los cuatro partidos entre los que se barajan las cartas del futuro Gobierno de La Rioja y un buen puñado de municipios aguardan a que sus cúpulas subrayen las líneas rojas ante futuros acuerdos, empiezan también a avisar de sus intenciones. Mensajes encriptados y en múltiples direcciones que buscan despejar un camino que las urnas han dicho que ninguno lo recorra en solitario. El día después de la primera declaración de intenciones, el PP está remiso a confesar hasta dónde está dispuesto a a ceder.

¿Ha contacto ya con Cs?

No puedo decir nada.

¿Son asumibles sus condiciones?

No vamos a manifestarnos aún.

Carlos Cuevas se remite a la intervención de Pedro Sanz durante la noche electoral y a constatar que tras 20 años de mayoría absoluta se encara una coyuntura «distinta» con un Parlamento plural. Para el secretario general de los populares, su partido parte de una posición privilegiada porque «ha ganado con meridiana claridad». «A partir de ahí -se limita a añadir- lo que toca es administrar la situación para que los riojanos tengan unas instituciones estables y poder ahondar en el crecimiento que está experimentando la comunidad tras superar la crisis».

Ante la negativa rotunda de Podemos y PSOE a cualquier acercamiento con el PP, los focos apuntan unívocamente a Ciudadanos. El partido encabezado por Diego Ubis es el único que no cierra de antemano la puerta a que los populares se mantengan en el Gobierno. Eso sí, siempre que pasen por un aro con cuatro lados: firma de un pacto anticorrupción, listas abiertas, primarias y auditorías de todos los contratos y convenios suscritos por la administración autonómica. «No queremos ni cargos ni sillones», repite. «Sólo exigimos un ejercicio de higiene democrática, las cuentas claras y un gobierno de verdad para la gente que se audite periódicamente», agrega para justificar su flexibilidad con un reconocimiento democrático de que «la lista más votada ha sido la del PP». Un partido al que demanda en cualquier caso una regeneración honda más allá de que, como ya anticipó, sea Pedro Sanz quien siga encabezando el proyecto. «Si yo fuera él, sometería ahora mi cargo a unas primarias ante la militancia; pero de verdad, públicas, con urnita y voto secreto». En ese contexto, Ubis se excluye como una única opción para facilitar el Gobierno estable. «Todos nos miran, pero yo no descartaría un acuerdo PP/PSOE en esa gran coalición en la que sus líderes han insistido para salvar el bipartidismo».

Los socialistas niegan de plano ese escenario. «No vamos a pactar con el PP ningún gobierno», garantiza su secretario de Organización. Y añade en una referencia soterrada a Ciudadanos y una virtual abstención en la investidura que permita un Ejecutivo en minoría: «No lo facilitaremos ni por acción ni por omisión». No es el único recado que tiene a Cs como destinatario velado. «Durante la campaña he oído que todos los partidos que pedían el final de una etapa de clientelismo, arbitrariedad y corrupción; nosotros vamos a ser coherentes hasta el final con esa voluntad de cambio y supongo que el resto también».

Las notas que ha tocado Ciudadanos antes de que suene la música tampoco cautivan a Podemos. «Parece que no han entendido que las urnas exigen que empiece un tiempo distinto», opina Germán Cantabrana, quien se muestra abierto a acercar posturas con todos los que, salvo los populares, asuman dos máximas irrenunciables: rescate ciudadano y erradicación de la corrupción. «Que se mantuviera el PP y Pedro Sanz sería un fraude electoral», concluye a la espera de someter a la asamblea de Podemos su estrategia.

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