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Un grupo de analistas chinos observan indicadores bursátiles.
China toma aire con la recuperación del consumo y la inversión

China toma aire con la recuperación del consumo y la inversión

Las ventas minoristas han mejorado más de un 10% hasta noviembre, aunque los expertos advierten de que todavía hacen falta estímulos

José Antonio Bravo

Domingo, 20 de diciembre 2015, 08:12

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Si la segunda mayor economía del mundo se resfría, el pañuelo lo terminan poniendo buena parte de las economías desarrolladas del mundo, incluida una España que destina al Gran Dragón casi el 2% de sus exportaciones y al que adquiere el 9,5% de las importaciones que toma del extranjero. Por eso los datos publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadística del gigante asiático dan pie a tomar aire.

Para cualquier país europeo, incluso los todopoderosos Estados Unidos, una tasa de crecimiento del 10,6% en las ventas del comercio minorista (en el período enero-noviembre de 2015) bien servirían para descorchar las botellas de champán. En China, sin embargo, solo es un buen dato, sin grandes alharacas.

Ahora bien, si se combina con otras dos buenas cifras tras varios trimestres aciagos, el panorama mejora. Porque la inversión en activos fijos creció otro 10,2% en lo que va de año (solo faltarían por computar los resultados de diciembre). Y la importante producción industrial, por su parte, aumentó a una tasa del 6,2% interanual.

Estos resultados positivos eran tan inesperados que incluso las autoridades chinas quisieron sacar pecho en defensa de sus reformas económicas, que pretenden occidentalizar su comercio y con ello los componentes de su PIB, dependiendo menos de la inversión y el comercio exterior para ganar en tamaño en su consumo interno. Eso sí, sin que eso conlleve una pérdida en el control político que ejerce de forma férrea el Partido Comunista desde hace casi ocho decenios.

«Las políticas de estímulo están surtiendo efecto», señaló un portavoz del Ejecutivo dirigido por el primer ministro Li Keqiang. Los datos muestran, a su juicio, una estabilización que contrasta con los pronósticos pesimistas que habían presentado las principales firmas de análisis que siguen la evolución de la economía china. Pero los economistas insisten en que harán falta mayores estímulos para evitar recaídas en una economía que combina su grandiosidad con cimientos frágiles.

Un ejemplo es el enfriamiento del mercado de la vivienda, donde las inversiones solo han repuntado un 1,4%, apenas una séptima parte de los movimientos de capitales en el país. Y eso tras constatar que en noviembre las primeras cayeron siete décimas, un mal dato compensado por el crecimiento de dos puntos hasta octubre. Por eso, el miedo al pinchazo de una burbuja inmobiliaria cuyos precios llevan años creciendo va en aumento. De hecho, el stock de pisos sin vender se ha disparado casi un 18% el último año.

La vivienda, un problema

Para expertos locales como Wang Tao, analista de la banca suiza UBS, todo ese ladrillo embalsado sin una salida clara es uno de los mayores riesgos que afronta la economía china. No obstante, su colega Louis Koijs, de la consultora Oxford Economics, aún ve «bajo» el riesgo de un «aterrizaje forzoso» en el crecimiento del gigante asiático.

Más optimista incluso se muestra Shen Jianguang, economista jefe para Asia del banco de inversión japonés Mizuho Securities, quien cree ya alcanzada la «estabilización» y pronostica «más mejoría en los próximos meses». La clave, no obstante, pasa por que se sigan recortando los tipos de interés, rebajando los requerimientos que hacen a los bancos para mantener sus reservas y adoptando una política fiscal «aún más proactiva». Wang Jun, economista senior del instituto de análisis económico CCIEE, insiste en la necesidad de rebajar el precio del dinero (es decir, abaratar el yuan) para «apoyar el crecimiento económico y combatir la deflación». Y es que, advierte, los intereses reales que se pagan «siguen siendo altos debido a la caída de los precios de producción».

Para el optimismo queda el dato de que noviembre fuera el mejor mes para el consumo del año. Y no solo porque se facturaran 2,79 billones de yuanes (394.700 millones de euros) gracias al tirón del Día del Soltero. Alibaba, el gigante del comercio electrónico local, registró un nuevo récord de ventas diario en ese fecha: 13.840 millones de euros, un 60% más que el año anterior. Lo más destacado es que las compras en el ámbito rural, menos dado a las festejos de un consumismo desaforado, también repuntaran con fuerza. Su subida del 12,2% el mes pasado superó en más de dos puntos la registrada en las ciudades. Algo está cambiando en el Gran Dragón.

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