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El ministro Luis de Guindos, en una reunión del Eurogrupo. :: efe
España oculta sus cartas  en la reconquista del BCE

España oculta sus cartas en la reconquista del BCE

Crece la incertidumbre por la decisión de Rajoy de no despejar aún la duda sobre De Guindos y la fuerte apuesta de Irlanda

ADOLFO LORENTE

Domingo, 4 de febrero 2018, 01:21

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bruselas. Mariano Rajoy siempre ha contado con un aliado fiel durante su larga y no menos complicada trayectoria política: el tiempo. Se han convertido en un tándem invencible y, además, simple. Se trata de esperar, esperar y esperar hasta que llega el golpe maestro anunciando la decisión más predecible posible. Y en esta historia, pese al runrún generado, el protagonista de la misma se llama Luis de Guindos. Si no lo fuera, si al final no se elige al candidato español para cubrir la vicepresidencia del Banco Central Europeo que ahora ocupa el portugués Vitor Constancio, la sorpresa sería mayúscula.

El miércoles, día 7, acaba el plazo para deshojar la margarita y Rajoy, acuciado por el tictac de una decisión clave para el futuro de su Gobierno, sigue jugando con el tiempo. Impasible. Todo el mundo, sobre todo el propio De Guindos, da por hecho que el puesto será para España. ¿Exceso de confianza? ¿Y si al final se queda fuera del BCE? Que nadie dé nada por hecho. La decisión final la tomará el Eurogrupo en su reunión del día 19 y en la balanza de España hay muchos pros, pero también algunos contras para afrontar una elección en la que el país se juega demasiado.

Primero, el candidato

LAS CLAVESEste miércoles se acabará el plazo para presentar candidatos y la decisión se conocerá el día 19

¿Será Luis de Guindos? Mariano Rajoy dijo esta misma semana que la decisión no está tomada y que su idea es no hacer cambios en el Gobierno. Por tanto, sigue el despiste y la idea es que se anuncie el mismo día 7.

Lo cierto es que la marcha del ministro a Fráncfort le ocasionará un serio problema interno, pues deberá elegir sustituto para una cartera clave. Lo fácil es no proponerle, pero Rajoy se la debe y De Guindos lleva semanas sugiriendo que estaría encantado con aterrizar en el prestigioso BCE a partir del 1 de junio de 2018.

Deuda de la UE con España

La mejor señal para España es que si las casas de apuestas entrasen de lleno en esta elección -seguro que alguna lo hará- ofrecerían muy poco por la victoria de De Guindos. Es el caballo ganador, como dicen todas las fuentes consultadas en Bruselas.

La UE se la debe a la cuarta potencia del euro, a una España infrarrepresentada en la cúpula económica del club desde que a mediados de 2012 fuera castigada perdiendo su asiento en el comité ejecutivo del Banco Central (hay seis puestos). En 2015 Rajoy comenzó la 'operación retorno', postulando sin éxito a De Guindos a la presidencia del Eurogrupo.

Lo mejor, manda la política

La decisión será estrictamente política, se adoptará por mayoría cualificada (no hace falta unanimidad) y la tomarán los jefes de Estado y de Gobierno. Esto es, Merkel y Macron.

Primero se adoptará por los ministros de Finanzas en el Eurogrupo del día 19 y luego se ratificará en la cumbre del 22 y 23 de marzo. Y es la mejor baza de España. Tanto el BCE, que no quiere a políticos en su seno en defensa de su independencia, como el Parlamento, que quiere a una mujer, tendrán voz pero no voto.

En lo técnico, ganaría Irlanda

Tras más de seis años en primera línea lidiando con la peor crisis de España en décadas, Luis de Guindos se ha convertido en el ministro más veterano del Eurogrupo y en uno de los más respetados. Es su mejor aval. En lo técnico, sin embargo, presenta ciertas carencias puesto que carece de experiencia en bancos centrales nacionales, un requisito que salvo contadísimas ocasiones siempre han tenido todos los candidatos.

Ese es precisamente el caso del gobernador del Banco de Irlanda, Philip Lane, cuya candidatura fue lanzada el martes pasado por el Ejecutivo de Dublín. El 'Financial Times' lo considera el mejor economista del Consejo de Gobierno del BCE (están representados los 19 países del euro) y, además, dicho país nunca ha estado representado en su comité ejecutivo pese a ser fundadora del euro. Eso sí, quienes defienden la candidatura española dicen que lo hacen para posicionarse de cara a la batalla por la próxima vacante, la del belga Peter Praet, el economista jefe, que se irá el 31 de mayo de 2019. Pero ojo con Irlanda.

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