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Dos pensionistas pasean por una calle de Ronda (Málaga).
El Gobierno gastará el 60% del crédito extra para pensiones en la paga de verano

El Gobierno gastará el 60% del crédito extra para pensiones en la paga de verano

Sacará otros 3.500 millones de la ‘hucha’, que se queda con un remanente de apenas 11.602 millones, 55.000 menos que en 2011

Lucía Palacios

Jueves, 29 de junio 2017, 09:21

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La Seguridad Social tiene que afrontar en estas fechas un importante desembolso que asciende a 17.218 millones de euros, que se corresponde a la paga de las pensiones de junio, la extra de verano (julio) y a la liquidación del IRPF. Pero con el déficit que arrastra desde hace tiempo, agravado con la crisis y el aumento del paro, no tiene capacidad para hacer frente a este gasto exclusivamente con las cotizaciones sociales y tendrá que echar mano de otros recursos adicionales para cumplir con sus obligaciones.

En concreto, precisa 9.500 millones extra y su mayor parte lo sacará del préstamo que el Estado ha concedido a la Seguridad Social para pagar las pensiones y que este jueves aprobó el Consejo de Ministros. De aquí tomará 5.986 millones, de un total de 10.192 millones destinados para el ejercicio 2017, esto es, el 58,7% de ese crédito extraordinario. El resto, 3.514 millones, procederá del Fondo de Reserva, que tras este último vaciado se queda con un remanente de apenas 11.600 millones a precio total de adquisición, lo que representa el 1,04% del PIB del 2016.

El crédito está recogido en los Presupuestos Generales del Estado para 2017, que entraron en vigor el miércoles tras aprobarlos el Senado, y se concede sin devengar intereses y con un plazo máximo de cancelación de 10 años a partir de 2018.

Es la primera vez que el Gobierno de Mariano Rajoy habilita un préstamo para pagar las pensiones, ya que hasta ahora había financiado sus necesidades extra a través de la denominada hucha de las pensiones. Sin embargo, el Ejecutivo explica que la utilización de parte del préstamo «tiene como fin mantener las reservas del Fondo sin desinvertir activos, con la penalización que ello conllevaría». De hecho, apunta en un comunicado que los recursos que dicho instrumento aporta «corresponden al vencimiento natural de activos y cupones en el primer semestre del año».

Pese a la novedad que supone, no es la primera vez que la Seguridad Social recurre a un crédito para garantizar el equilibrio presupuestario. Como recuerda el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en su nota, las leyes presupuestarias entre 1994 y 1999 ya incluían cláusulas similares. Cabe resaltar, no obstante, que en aquella época se pagaban también con cotizaciones sociales partidas como las pensiones no contributivas, algo que ahora se financia a través de los Presupuestos.

El resto del dinero para abonar las dos pagas y el resto de obligaciones «proviene de la recaudación propia del sistema», explica el Ministerio. «Se ha optado por combinar dos instrumentos financiadores para garantizar el pago puntual y completo de las pagas», explicó la ministra de Empleo, Fátima Báñez, en la rueda de prensa posterior al Consejo. Y puntualizó que «el Gobierno tiene que buscar los mecanismos para sufragar las necesidades del sistema, mientras el empleo por sí solo no sea suficiente para cubrirlas».

No será la última vez que tenga que hacerlo, puesto que en diciembre se enfrentará a esta misma tesitura al abonar de nuevo la extra de fin de año y la liquidación del IRPF, por lo que podría volver a necesitar 9.500 millones de nuevo. Pero entonces no podrá utilizar en su mayor parte los fondos del crédito, debido a que tras disponer de casi 6.000 millones quedarían otros 4.200 millones para finiquitarlo. Por ello tendrá que echar mano una vez más del Fondo de Reserva, que, en caso de que se retiraran esos otros 5.300 millones precisos para costear las necesidades del sistema a finales de año se quedaría con un remanente de solo 6.300 millones.

Esta parece que será la estrategia que seguirá el Ejecutivo en lo que resta de 2017, puesto que ya era consciente de que solo con el crédito no sería suficiente para cubrir estas obligaciones extraordinarias. De hecho, en los nuevos Presupuestos que ya han comenzado a aplicarse estos días se contempla que los gastos superen a los ingresos en 16.650 millones. Desde el Ministerio deslizan que la recaudación de la Seguridad Social está yendo «muy bien», y supone un incremento cercano al 6%.

Lo que sí es una realidad es que la cantidad que ahora ha necesitado para la extra y la liquidación del IRPF es inferior a la del pasado diciembre y también a la de julio de 2016. A final de año el Gobierno retiró de la hucha 9.500 millones, el máximo de una sola vez, que fueron a pagar la paga invernal de los pensionistas.

Pero no solo eso. Pocos días después volvió a disponer de 936 millones para las liquidaciones del IRPF, con lo que ahora ha necesitado 1.000 millones menos. En julio la suma fue un poco inferior a la de diciembre pero mayor que la actual: primero sacó de la hucha 8.700 millones para la extra y poco después 1.000 millones adicionales para el IRPF.

Desde su máximo histórico, alcanzado a principios de 2012 con 66.815 millones, el Fondo de Reserva se ha dejado en el camino un total de 55.213 millones. La retirada más importante se produjo precisamente el año pasado, cuando la hucha perdió más de la mitad de sus reservas con sucesivas retiradas: pasó de tener 32.481 millones a 31 de diciembre de 2015 a terminar 2016 con poco más de 15.000 millones. En 2014 también perdió una cantidad importante, 15.300 millones.

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