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L.J.R.
Jueves, 8 de junio 2017, 00:44
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Once oficinas y 48 trabajadores. Esa es la dimensión, hoy, del Popular en La Rioja. Su venta al Banco Santander ha sido recibida de diferente manera en los sindicatos riojanos. Desde UGT, Urbano Beriain, responsable de banca, defendía que ha habido «una mala gestión» y «dejación por parte del Banco de España y de la CNMV» y destacaba que «el problema ahora está en los empleados. No se sabe qué pasará. Es una plantilla veterana y nos preocupa muchísimo».
David Doménech, desde CCOO, defendía que era una noticia «positiva porque pone fin a la incertidumbre» del futuro de la entidad. Con la mente puesta en los trabajadores, recordaba que en el 2014 ya se cerraron dos oficinas y se perdió una quincena de empleos. «Vamos a solicitar en la fusión garantías de empleo, que se eviten salidas traumáticas».
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