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PROBLEMA PARA LA BANCA, PROBLEMA PARA TODOS

JORGE SOLEY - PROFESOR DE DIRECCIÓN FINANCIERA DEL IESE

Jueves, 22 de diciembre 2016, 00:53

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Parece que no son tiempos para matices. La decisión que tomó ayer el Tribunal de Justicia de la UE ampliando la responsabilidad de las entidades financieras con el caso de las cláusulas suelo exige una reflexión pausada y, me temo, también una valoración de las consecuencias que podría tener en el sistema bancario. Desde mi punto de vista, existen contradicciones entre lo que ha dictado el Tribunal de Justicia de la UE y la sentencia del Tribunal Supremo. Por supuesto, las diferencias se explican porque cada uno ha escogido una versión de los hechos.

Mi criterio personal es que no hay abuso a priori. Todos los que hemos ido al banco a pedir una hipoteca, generalmente nos hemos sentado con nuestro gestor y él nos habrá explicado en qué condiciones el banco nos puede prestar el dinero. Y créanme si les digo que, en teoría, a ninguna entidad financiera le interesa empezar esa relación vital con una confusión.

En España, la inmensa mayoría de las hipotecas se referencian con tipos variables. Esto supone una financiación con tipos bajos en los que el beneficio para el banco es pequeño. Las cláusulas suelo fueron establecidas precisamente para garantizar ese margen reducido. Pero la situación es hoy especialmente delicada para los bancos porque los tipos llevan años manteniéndose muy bajos.

Mas allá de si existe o no mala praxis, convendría reflexionar también sobre las consecuencias que esta sentencia puede tener para el negocio bancario. Cuando se financian las hipotecas con bajos tipos de interés y el tipo de interés cae, el beneficio del banco también desciende y es este último quien se 'come' las pérdidas. Si esta medida se toma con carácter retroactivo, tiene un efecto negativo en sus cuentas y, si ya de por sí los bancos se mueven en una rentabilidad del 5%-6%, esto les acabará de hundir mucho más.

La tendencia de los tribunales a defender al «más débil» podría explicar esta sentencia. Sin embargo, pienso que esta no es una noticia tan buena para todos como parece. El sistema bancario es como el sistema circulatorio de una economía y si no funciona bien, si los bancos no tienen beneficios, la economía puede salir perjudicada.

No me gustaría que de mis palabras se pudiera concluir que no se han podido cometer irregularidades. Si las hubiera, habría que castigarlas. Pero esto supondrá estudiar bien caso a caso. Y, de nuevo, no creo que se pueda generalizar.

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