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El gobernador del Banco de España, Luis María Linde. :: efe
El Banco de España alerta de la escasa creación de empleo por la desaceleración económica

El Banco de España alerta de la escasa creación de empleo por la desaceleración económica

El regulador prevé que la tasa de paro se reduzca sólo un punto por año y avisa de que habrá que aplicar más recortes para cumplir con el déficit

JOSÉ M. CAMARERO

Viernes, 30 de septiembre 2016, 00:39

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El ritmo de creación de empleo comienza a desinflarse después de un año en el que se han generado un millón de puestos de trabajo. Esa es la estimación que realiza el Banco de España en sus últimas proyecciones macroeconómicas, en las que indica que la tasa de paro se situará dentro de dos años en el 16,7% de la población activa. Prácticamente el mismo nivel de desempleo que existía en el primer trimestre de 2009, cuando la crisis ya mostraba las primeras consecuencias para los ciudadanos.

Los cálculos de la institución constatan la ralentización del ritmo al que España va a seguir reduciendo el paro al estimar que del ratio del 20,9% con el que se finalizó el año pasado se pasará a una tasa de desempleo del 19% el próximo mes de diciembre, y de un 18,3% a finales de 2017. La última actualización del cuadro macroeconómico del Gobierno estimaba que descendería al 15,8% en 2018, una estadística que refleja una reducción mayor en un punto porcentual a las publicadas ayer por el supervisor.

El Banco de España ha anticipado que «la desaceleración del PIB y del empleo será muy similar» en los próximos meses, según fuentes de la institución. Es decir, a la baja. El organismo ha advertido de que no se va a crear tanto empleo como la economía lo ha hecho hasta ahora. La tasa de crecimiento laboral del 2,9% se reducirá al 2% el próximo año y se quedará en el 1,8% en 2018.

Desde el regulador explican que la reducción de la tasa de paro será superior al ritmo de creación de empleo solo por un efecto estadístico. Esto es, porque, el conjunto de la población activa seguirá reduciendose en los próximos ejercicios. Por una parte, debido a que la población menor de 25 años está retrasando su incorporación al mercado laboral. Y, al mismo tiempo, cada vez hay españoles de mayor edad ajenos al mercado laboral. Dos factores que han supuesto «sorpresas negativas» a la hora de hacer los cálculos de cara al futuro del desempleo.

Restricción presupuestaria

La institución bancaria ha lanzado otra advertencia en materia presupuestaria, a sabiendas de que aún no se ha constituido un nuevo Gobierno: es necesario realizar más ajustes del gasto para poder cumplir con los compromisos ante la Unión Europea. La política fiscal debe recuperar «un nivel restrictivo», afirman en el Banco de España. Porque sólo con la prórroga de las actuales cuentas públicas «no se cumplirán los objetivos» de déficit. Y ello a pesar de que la Comisión había postergado a 2018 la posibilidad de alcanzar un descuadre del 3% sobre el PIB.

De hecho, las estimaciones del Banco de España anticipan que la administración ni siquiera conseguirá reducir el desvío de los presupuestos por debajo de ese 3% dentro de dos años, cuando el déficit alcanzaría el 3,1%. El Estado tampoco alcanzará las expectativas en materia fiscal a finales de este ejercicio, con un déficit que será del 4,9%, apenas dos décimas menor al registrado en 2015. Ni en 2017, cuando se situaría en el 3,6%.

Estos cálculos no incorporan la modificación del régimen del Impuesto de Sociedades, que el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy. Una medida con la que pretende recaudar al menos 6.000 millones. En cualquier caso, «con un tono neutral de las actuales políticas presupuestarias», sería improbable alcanzar las metas de consolidación.

La inercia se acaba

Las nuevas previsiones macroeconómicas también se detienen en la ausencia de Gobierno ajeno a la interinidad. Indican que se trata de un «riesgo a la baja» que genera «incertidumbre» tanto en la política fiscal como en las reformas económicas. Aunque desde la institución aclaran que a pesar de que hasta ahora no se ha notado la falta de un Ejecutivo ordinario -«ni se ha podido cuantificar su posible efecto»-, a partir de ahora «no sabemos qué va a pasar», indican. Porque «cuanto más se prolongue esta situación de interinidad, más efectos negativos pueden aparecer» en la economía.

El crecimiento de la economía comienza a ofrecer síntomas de agotamiento para mantener la velocidad de crucero alcanzada durante este año. El país seguirá avanzando, pero a un ritmo menor del actual. Después de que el PIB del tercer trimestre haya mejorado un 0,7% -una décima menos que el anterior-, de cara al último trimestre «habrá una desaceleración adicional», según apuntan desde la institución.

La ralentización será más potente en 2017 y 2018 cuando la economía crecerá ya a un ritmo del 2,3% y 2,1%, respectivamente. En el caso de 2016, el Banco de España mejora hasta en cuatro décimas sus perspectivas para este año, situando el crecimiento en el 3,2%, la misma tasa que el ejercicio anterior.

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