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L. PALACIOS
Domingo, 10 de julio 2016, 00:41
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MADRID. ¿Se puede lograr desarrollar una carrera profesional al mismo tiempo que tener hijos y una vida familiar? Ésta es la pregunta que se hacen al menos una vez en la vida millones de mujeres. Pero este interrogante debería extenderse a toda la sociedad, porque el grave problema al que se enfrenta España es el envejecimiento de su población, a consecuencia de una tasa de natalidad en caída libre (actualmente cada mujer tiene de media 1,33 hijos) y el aumento de la esperanza de vida. Ésta es la advertencia que lanza el Círculo de Empresarios, quien alerta de que, de mantenerse esta tónica, en el año 2025 800.000 personas pasarán a ser pensionistas, mientras que solo 400.000 se incorporarán al mercado laboral. Terrible paradoja que pone de manifiesto el problema de la sostenibildad del Estado de Bienestar.
Ante la gravedad de esta situación, el Círculo de Empresarios pidió al nuevo Gobierno y a los agentes sociales, durante el acto de presentación del documento 'Estado de Bienestar: Consolidar la incorporación de la mujer al trabajo y aumentar la natalidad', que se implanten en el país medidas de conciliación de la vida familiar y laboral. Porque ellos defienden que cuando la mujer entra en el mercado laboral, la renta familiar aumenta y, en consecuencia, sube también la natalidad. Así ha quedado demostrado en países como Suecia o Francia, donde se ha logrado, con mayores tasas de actividad femenina y gracias a una serie de medidas, aumentar la natalidad entre un 75% y un 85%. Ellos deben ser fuente de inspiración.
El ejemplo, en el norte de Europa
Las propuestas de los empresarios pasan por mejorar las infraestructuras y servicios para el cuidado de niños en edad preescolar (en Suecia, por ejemplo, dejar a un bebé de 0 a 3 años en una guardería tiene un coste máximo de 130 euros al mes) y adaptar el calendario y los horarios escolares a los laborales, como en Reino Unido y Alemania. Asimismo, quieren favorecer una mayor incorporación de la mujer al mercado laboral mediante un nuevo esquema de permisos parentales compartidos, el fomento del teletrabajo y los bancos de horas, así como la flexibilidad horaria.
Y es que, en palabras de Íñigo Sagardoy, presidente del grupo de trabajo sobre Mercado Laboral y Conciliación de la organización, la jornada partida -que incluye dos horas para comer- por la que se rigen prácticamente el 90% de los convenios laborales en España «imposibilita la conciliación». Por eso pide adaptar los convenios colectivos con medidas de conciliación.
También plantea el Círculo introducir nuevos incentivos financieros y fiscales siguiendo el esquema de los países de la OCDE, que dedican, de media, el 2,55% de su PIB a este tipo de incentivos, mientras que España gasta el 1,5% y países como Dinamarca, Irlanda y Reino Unido se sitúan en el 4%.
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