Borrar

El lastre del ladrillo tóxico aún le pesa a los bancos más de 84.000 millones de euros

Las entidades reducen un 14% sus activos dudosos hasta los 213.000 millones, una cifra que recorta sus ganancias según el Banco de España

JOSÉ M. CAMARERO

Jueves, 28 de junio 2018, 13:52

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A pesar de los síntomas patentes de recuperación en la economía española, los bancos todavía tienen que soportar una carga abultada por los excesos cometidos durante la etapa del 'boom' inmobiliario, prácticamente hasta 2008. Siete años después de que se rompiera esa burbuja, las entidades acumulan en torno al sector de la construcción un lastre que se encontraba por encima de los 84.000 millones de euros a finales de 2015, según el Informe de Supervisión del Banco de España. Lejos de aminorarse este fantasma que cercena sus balances, en sintonía con los últimos coletazos de la crisis y un sector cada vez menos importante en su modelo de negocio, el impacto del ladrillo entre los activos adjudicados que tiene la banca ha aumentado en un 0,95%, desde los más de 83.400 millones que el supervisor contabilizaba un año antes.

Aunque el Banco de España explica que la cifra de adjudicados «se ha mantenido estable desde diciembre de 2012», al moverse en una banda que se sitúa entre los 75.000 y los 84.000 millones, el peso de los terrenos -el suelo, como se le denomina técnicamente- sobre el conjunto de bienes del ladrillo alcanza el 37,6%, medio punto menos que en el año anterior. También ha descendido en 0,43 puntos el impacto de los edificios terminados que las entidades mantienen como dudosos, hasta representar el 25% del total. Pero se ha incrementado la proporción de bienes inmuebles procedentes de adquisiciones de viviendas, en casi dos puntos, hasta el 22,3%. Por su parte, los edificios en construcción suponen un 5% del ladrillo tóxico de la banca, prácticamente el mismo porcentaje que 12 meses antes.

Desde que se agudizó la crisis a partir de 2009, solamente en el año 2013 los bancos consiguieron reducir el lastre de las casas, los pisos, los inmuebles y los terrenos fallidos, gracias al traspaso que se realizó de activos tóxicos a la Sareb -el banco malo que aglutinó los bienes inmobiliarios con más peligro de impactar en las cuentas de los bancos que los tenían en su poder-, lo que permitió reducir la cuantía de los 100.000 a los 75.000 millones.

La digestión de la vivienda sigue siendo muy lenta, aunque avance. Santander vendió en el primer trimestre del año 3.000 inmuebles, mientras que BBVA comercializó más de 3.800. Por su parte, CaixaBank contabilizó 1.306 millones por este tipo de operaciones mientras que en el caso de Popular ascendió a 510 millones. Junto a este tipo de propiedades adjudicadas que siguen haciendo mella en los balances de las entidades, se encuentran el resto de activos considerados como dudosos procedentes de todo tipo de créditos, préstamos y otras operaciones bancarias: la parte improductiva que daña la banca supera los 213.000 millones de euros. Supone un 14,5% menos que en 2014. Pero el Banco de España sostiene que «aún representa un porcentaje significativo» del negocio que tienen los bancos en España. Y apunta que este lastre «presiona negativamente sobre su cuenta de resultados», al reducir la generación de beneficios. «Son una rémora -indica el supervisor- para el aumento de solvencia».

Familias, más cumplidoras

La banca se encuentra en una encrucijada al verse afectada por los bajos tipos de interés, que merman su margen de negocio, unido a las consecuencias que aún pagan de la crisis: mantienen en cartera bienes que han tenido que adjudicarse, y paralelamente provisionar para hacer frente a posibles pérdidas, y unas tasas de impago por parte de los clientes que, aunque han disminuido, aún se encuentran en niveles elevados, por encima del 10,4%, según este informe del Banco de España. Supone un descenso frente al 12,8% de 2014.

En el caso de las familias, ese ratio de créditos dudosos cayó hasta el 5,4% en diciembre de 2015, lo que implica un descenso de 1,2 puntos en un año. Los préstamos destinados a la adquisición de vivienda son los que prácticamente tienen mejor comportamiento a la hora de registrar algún impago por parte de sus titulares: la banca solo contabiliza un 4,7% de los casos. Pero cuando se trata de préstamos destinados a otro tipo de fines -consumo, financiación personal, etc.- ese ratio asciende hasta cerca del 10%. Por su parte, los créditos impagados en el caso de las empresas ascienden hasta el 17,3%, frente al 21,4% previo. En su informe de supervisión, el Banco de España confirma que la morosidad de la construcción se redujo hasta el 28%, tras caer más de siete puntos en un año. Por tamaño de empresa, la ratio de dudosos se redujo para las pymes hasta el 21% y en las grandes al 13,7%.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios