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Los líderes de UGT y CC OO, Pepe Alvarez (izquierda) e Ignacio Fernández Toxo, ayer. :: p. marcou / AFP
Los sindicatos se oponen a más recortes: «Ha llegado la hora de repartir la riqueza»

Los sindicatos se oponen a más recortes: «Ha llegado la hora de repartir la riqueza»

Aprovechan el Primero de Mayo para reivindicar que el 26-J «cambien las cosas» y no descartan ir a la huelga si no se deroga la reforma laboral

J. A. BRAVO

Lunes, 2 de mayo 2016, 01:00

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Los sindicatos aprovecharon ayer el Primero de Mayo más tranquilo de los últimos años para lanzar un claro mensaje al Gobierno, tanto al actual en funciones como al próximo que ocupe La Moncloa sea cual sea su color político. La recuperación económica aún incipiente, pese a ciertos mensajes triunfalistas desde el PP, y las cifras del paro (su tasa creció una décima en el primer trimestre hasta el 21%, según la última EPA), «malas sin paliativos» por «las corrientes de fondo» (mayor temporalidad y menor calidad en el empleo), obligan a realizar cambios «importantes».

Y el primero, en palabras del nuevo secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien se estrenaba en esta marcha anual tras apenas mes y medio en el cargo, es que «se acabó el rollo de que no hay dinero; lo hay, el problema es cómo repartirlo». Su colega al frente de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, abundó en la misma línea: «No tiene sentido el crecimiento si no va acompañado de una distribución de la riqueza».

Ambos consideran que «ha llegado la hora» de hacerlo y la mejor manera de «concienciar» al Ejecutivo, los partidos políticos y la patronal de que «los problemas de la gente no pueden esperar» es que haya una participación «masiva» en las elecciones generales del 26 de junio, que en la práctica serán una segunda vuelta de las realizadas el 20 de diciembre. Aunque sabedores de «la falta de coraje y generosidad de los partidos para enfrentar una coalición» que sacara al PP del Gobierno, hicieron un llamamiento a evitar que esta segunda cita con las urnas genere «una nueva frustración».

Por eso, en un claro clima preelectoral que dejó en segundo plano otras reivindicaciones, Álvarez y Fernández Toxo hablaron en sus discursos de «ilusión», «esperanza» y «oportunidad». Y aunque evitaron pronunciarse a favor de un partido concreto, dejaron clara su apuesta por «un proceso de cambio, por el progreso». «Lo peor -coincidieron- es que se repita una forma de Gobierno como el que ha gestionado este país los últimos cuatro años».

«Y una vez la gente se exprese con su voto -siguió el líder de CC OO-, la izquierda tiene la obligación de ponerse de acuerdo». Y para animarles ambos sindicalistas destacaron dos cifras «muy negativas»: durante la crisis, según sus datos, se han dejado de gastar 50.000 millones de euros en políticas de sanidad, educación y servicios sociales, mientras se perdían otros 80.000 millones por fraude fiscal.

Su prioridad, no obstante, pasa por derogar las dos últimas reformas laborales (PP y PSOE), algo que ven de «urgente necesidad». Tan claro tienen que no debe haber más recortes de gasto -aunque desde Bruselas ya se ha instado a ello por haberse desviado España del objetivo de déficit, y el actual Gobierno ha comprometido 4.000 millones en ajustes-, como que el mercado laboral se ha precarizado cada vez más.

Por eso pusieron sobre la mesa la temida amenaza de una huelga general (las dos últimas fueron en 2012: 29-M y 14-N) o, al menos, algún tipo de movilización dentro de un otoño que sugirieron caliente si no hay cambios «radicales» en la situación laboral. «Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos», señaló Álvarez para evitar ir más allá, mientras un cauto Fernández Toxo incidía en que «se dirá en su momento qué es lo que corresponde hacer».

Esperando los Presupuestos

La clave estará en el signo del nuevo Ejecutivo y, más aún, en el contenido de los Presupuestos del Estado para 2017. De ellos esperan medidas concretas para elevar salarios y pensiones, luchar contra la pobreza y por un trabajo digno e implementar una nueva política fiscal que «redistribuya los beneficios que está dejando la recuperación».

Un plan de choque por el empleo y un fortalecimiento de la negociación colectiva son otras de sus reivindicaciones para el futuro Gobierno, amén de mejorar el sistema de protección a los parados -incluidas nuevas prestaciones-. Y como guinda, «restablecer» el Pacto de Toledo.

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