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Los 'ocho de Airbus' niegan que coaccionaran para ir a la huelga

Este grupo de sindicalistas y exempleados del grupo, arropados por los partidos de izquierda, sostienen en el juicio que no agredieron a la Policía

J. A. BRAVO

Miércoles, 10 de febrero 2016, 00:13

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madrid. Un juzgado penal de Getafe (Madrid) tiene ante sí la difícil papeleta de valorar si la actuación de ocho empleados de Airbus y sindicalistas en la huelga general del 29 de septiembre de 2010 fue un exceso de los llamados piquetes 'informativos' o, por el contrario, se vulneró su derecho a la huelga y la Policía abusó de la fuerza. De forma llamativa, la Fiscalía pide ocho años y tres meses de cárcel para cada uno.

El juicio comenzó ayer entre paros en la fábrica madrileña de Airbus y una manifestación encabezada por los líderes de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Ambos consideran que «España se juega mucho en este caso», al estimar la acusación presentada «totalmente desproporcionada». A la marcha acudieron también dirigentes de PSOE, Podemos e IU.

Desde las redes sociales, el líder socialista y aspirante a presidir el Gobierno, Pedro Sánchez, resaltó que «la huelga es un derecho, no un delito», al tiempo que señaló que había que derogar la última reforma del Código Penal en lo relativo a la actuación de los piquetes. Por su parte, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, dijo que aquí «se atacan derechos fundamentales». «No hay democracia -afirmó- sin derecho de huelga ni libertad sindical».

Ya dentro del juzgado, el primer día de la vista oral transcurrió con la declaración de los ocho acusados, quienes coincidieron al negar que hubieran agredido a los agentes antidisturbios que actuaron frente al piquete. Más aún, según su versión de los hechos, la Policía habría sido realmente la agresora y por eso ahora «mienten para justificar los disparos que se hicieron».

Y es que uno de los puntos más controvertidos es que aquella mañana se escucharon varios tiros «con arma real» desde los agentes. «Lo nunca visto, ni en la dictadura», criticó uno de los principales acusados, José Alcázar, expresidente del comité intercentros de Airbus. Como sus compañeros, está acusado de un delito de lesiones (a la Policía) y otro de atentado, además de uno contra los derechos de los trabajadores.

«Es imposible que pudiéramos agredirles», se justificó durante el juicio, porque «no íbamos armados» y los agentes, con abundante material antidisturbios, «pegaron palos a diestro y siniestro». Según su relato, «había 500 o 600 personas» que se concentraron «pacíficamente» a las puertas de la planta de Airbus en Getafe, porque querían participar en la huelga «activamente».

Polémico papel «activo»

Preguntado por el juez sobre en qué consistía ese papel «activo», negó que hubieran coaccionado a los empleados que trataron de trabajar ese día de paro general. «Quien quería entrar lo hizo y nadie lo evitó», declaró con relativa tranquilidad, al tiempo que negó que se hubieran dado consignas a los concentrados para impedir su acceso. A este respecto, Enrique Gil, del comité de empresa, rechazó que utilizaran para ello el megáfono que llevaban.

La polémica suele rodear a menudo la actuación de este tipo de piquetes. En este sentido, varios de los acusados reconocieron que «se formó un tumulto», y luego «todo ocurrió muy rápido». «La situación era muy confusa», coincidieron, hasta el punto de que uno de ellos -Jerónimo Martín, montador de aeronaves- se llevó «un palazo en la cabeza» y otro -Edgar Martín, también empleado- recibió un porrazo.

La vista oral sigue hoy con las declaraciones de los agentes que identificaron a los acusados como presuntos agresores, entre otras cosas por «llevar barba». «Un símbolo común de la izquierda», apuntó un acusado.

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